El gerente país de Cobre Panamá, una subsidiaria de la empresa canadiense First Quantum Minerals, destaca la importancia de las energías limpias para lograr los objetivos de sostenibilidad.
Keith Green, en su rol como gerente país de Cobre Panamá, destaca la importancia de la sostenibilidad y el valor de las energías limpias. En línea con esto, el Banco Mundial ha publicado informes en 2017 y 2020 que indican que se necesitará una mayor cantidad de minerales para lograr una transición efectiva hacia un mayor uso de energías limpias en todo el mundo. Como gerente de la mina de cobre más grande de Panamá y la región, ¿cuál es su opinión al respecto?
La necesidad de una transición más rápida hacia las energías limpias a nivel mundial fue un tema relevante discutido recientemente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow. De hecho, el 4 de noviembre, las Naciones Unidas anunciaron que 25 países, incluido Estados Unidos, firmaron una declaración comprometiéndose a poner fin al apoyo público internacional al sector de combustibles fósiles para fines del próximo año, priorizando en su lugar el apoyo a la transición energética limpia.
Este paso hacia la sostenibilidad mundial es verdaderamente histórico. Sin embargo, para convertirlo en realidad, es necesario abordar también la necesidad de aumentar la producción de minerales. Según los informes mencionados, la transición hacia las energías limpias implica un aumento en la demanda de minerales, siendo el cobre uno de los más necesarios debido a su importancia en diversas tecnologías como la eólica, solar y hídrica. Esta situación ha creado una paradoja, ya que mientras el número de minas en operación disminuye, la demanda de minerales para reducir las emisiones y mitigar el cambio climático está en aumento. Los expertos del Banco Mundial sostienen que la minería responsable y sostenible es la solución.
Cobre Panamá se presenta como un ejemplo de las minas necesarias para realizar esta transición del consumo de combustibles fósiles a las energías renovables. Con una inversión privada de $6,700 millones, actualmente producimos alrededor de 330,000 toneladas de cobre al año desde que iniciamos nuestras operaciones en 2019. Cabe mencionar que el año 2020, debido a la pandemia, no fue un año de operaciones normales.
Contamos con un sistema integral de compromisos y controles ambientales, respaldado por planes de conservación de alto nivel. Estos planes se llevan a cabo en colaboración con organizaciones científicas internacionales de renombre como el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, la Sea Turtle Conservancy, el Fondo Peregrino y Yaguará. Además, hemos asumido el compromiso de reforestar 10.475 hectáreas, casi el doble del área a desarrollar en la mina.
Nuestro dedicado equipo medioambiental y social está compuesto por 200 personas apasionadas y comprometidas. Su labor es fundamental para mitigar y compensar nuestro impacto ambiental, haciendo posible que alcancemos nuestros objetivos en esta área.
Enfrentamos un gran desafío como planeta. La construcción de un nuevo mundo sostenible requiere de materias primas adecuadas. Para cumplir con los compromisos sobre el cambio climático para 2030, se plantean metas ambiciosas:
- El número de vehículos eléctricos debe aumentar diez veces en comparación con el año pasado.
- El número de estaciones de recarga eléctrica debe multiplicarse por 31.
- La generación de energía debe incrementarse en un 300%.
Estos objetivos ejercen una gran presión sobre la industria minera a nivel mundial, que podría tener que aumentar la demanda de minerales en un 500%. Sin embargo, esta presión no solo se relaciona con la demanda, sino también con el tiempo:
- El desarrollo de un nuevo proyecto minero ha pasado a requerir un promedio de 16 años.
- Por otro lado, la construcción de un parque eólico puede llevar hasta una década.
Estos desafíos resaltan la necesidad de una planificación estratégica y acciones rápidas para satisfacer las demandas de recursos y cumplir con los objetivos de sostenibilidad en un tiempo adecuado.
«El principal desafío que enfrentamos en Cobre Panamá es la planta de generación eléctrica de carbón que suministra energía a nuestras operaciones. Esta situación representa un reto considerable, ya que heredamos esta infraestructura al adquirir el proyecto. Sin embargo, vale la pena destacar que esta planta desempeña un papel positivo al actuar como estabilizador en la red nacional, especialmente durante los meses secos cuando Panamá experimenta escasez de energía hídrica. A pesar de las dificultades, estamos comprometidos en abordar esta situación y explorar soluciones que nos permitan avanzar hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.»
- Deseamos utilizar energías renovables, pero la construcción de centrales eléctricas lleva aproximadamente 10 años, y aún se requiere un tiempo adicional para obtener el cobre necesario.
La mina de Cobre Panamá tiene el potencial de realizar una importante contribución para satisfacer la creciente demanda mundial de energías limpias. Estamos preparados para continuar brindando una producción sostenible.
Esta demanda global no solo representa una ventaja competitiva en términos de ingresos para el Estado, sino que también genera más oportunidades de empleo para los ciudadanos. En la actualidad, contamos con casi 7,000 trabajadores, de los cuales más de 5,400 son empleados directos de Cobre Panamá, y más de 1,400 son empleados de empresas contratistas. Cabe destacar que más de 1,500 trabajadores provienen de las comunidades vecinas, lo que convierte a Cobre Panamá en el principal empleador de la región central del país, donde históricamente ha habido una falta de empleadores formales. Además, según un estudio realizado por la firma Indesa, la mina genera más de 39,000 empleos directos e indirectos, incluyendo a más de 1,800 proveedores locales.
¿No resulta paradójico que Cobre Panamá esté contribuyendo a las energías limpias mientras utiliza energía proveniente del carbón para sus operaciones mineras?
Desde First Quantum Minerals, estamos trabajando arduamente para reducir las emisiones de nuestras operaciones a nivel global. En los próximos meses, nuestra empresa matriz anunciará los planes de descarbonización. En el caso de Cobre Panamá, nos enfrentamos al desafío de contar con una planta de generación eléctrica a base de carbón que abastece nuestras operaciones. Esta situación no es sencilla, ya que heredamos esta infraestructura al adquirir el proyecto y además, tiene un impacto positivo al actuar como estabilizador en la red nacional y en la fijación de precios, especialmente durante los meses secos cuando Panamá experimenta escasez de energía hidroeléctrica.
La mina de Cobre Panamá desempeña un papel fundamental al satisfacer la creciente demanda mundial de minerales para las energías limpias. ¿Cuál ha sido el desempeño de las exportaciones hasta el momento?
La mina de cobre se destaca como una ventaja competitiva para Panamá. Según datos proporcionados por la Asociación Panameña de Exportadores (Apex) y la Contraloría General de la República, desde que Cobre Panamá inició sus exportaciones en 2019, se ha convertido en el principal exportador del país. En 2019, las exportaciones de concentrado de cobre representaron el 62% del total de bienes exportados por Panamá. Además, en 2020, las exportaciones panameñas experimentaron un crecimiento del 34,4%, impulsado en gran medida por las exportaciones de Cobre Panamá.
Además de su aplicación en tecnologías para la generación de energías limpias, el cobre desempeña múltiples roles en nuestra vida cotidiana. ¿Cuáles son algunos ejemplos de estos usos?
Su utilización se remonta a 10,000 años atrás. Una de sus características más destacadas es su capacidad como excelente conductor eléctrico y térmico, lo que lo convierte en un material fundamental en diversos productos y dispositivos. Por ejemplo, se utiliza en cables eléctricos, sistemas de telefonía, electrónica, computadoras, motores y electrodomésticos.
Además, el cobre se emplea en la fabricación de monedas, joyería, objetos de arte, adornos, muebles, maquillajes, pinturas e instrumentos musicales. También desempeña un papel fundamental en la industria del transporte, siendo un componente esencial en automóviles, trenes, aviones, barcos e incluso en vehículos espaciales.
La necesidad de abordar el desafío del cambio climático y acelerar la transición hacia energías más limpias implica un aumento en la producción de minerales y metales, como el cobre, que son indispensables para esta transición. Un ejemplo ilustrativo es que los automóviles eléctricos requieren seis veces más cobre que los automóviles convencionales.
En resumen, el cobre desempeña un papel crucial en nuestra vida diaria y en el contexto de la lucha contra el cambio climático. Su demanda se verá incrementada a medida que avanzamos hacia una mayor utilización de energías limpias y la reducción de la contaminación asociada, como las emisiones de CO² en el transporte.
En su opinión, ¿cuál sería la solución para abordar la paradoja entre la necesidad de incrementar la producción de minerales y la reducción de emisiones?
Esta creciente demanda global es inevitable y es crucial para lograr los objetivos de sostenibilidad. Panamá se encuentra en una posición competitiva gracias a su mina de cobre, y trabajando juntos podemos contribuir al avance hacia la producción de energías más limpias y garantizar un mayor acceso a ellas para todos los ciudadanos.
Como se mencionó anteriormente, su empresa continuará enfocada en la descarbonización de sus operaciones, aportando tecnología e innovación, y aplicando rigurosos protocolos y buenas prácticas ambientales para proteger nuestro entorno.
En resumen, es necesario encontrar un equilibrio entre la demanda de minerales y la reducción de emisiones, y Panamá, con su ventaja competitiva en la minería de cobre, puede desempeñar un papel crucial en esta transición hacia un futuro más sostenible.