Los usuarios del transporte público en Quebec tendrán que encontrar otras formas de moverse por la ciudad en los próximos días, ya que 935 conductores de autobuses se declararon oficialmente en huelga el sábado y podrían permanecer en huelga durante las próximas dos semanas, una situación «insostenible». , según el alcalde Bruno Marchand.
El Sindicato de Empleados del Transporte Público del Quebec Metropolitano, afiliado a la FEESP-CSN, confirmó el sábado por la mañana que dado que no se ha llegado a un acuerdo con el empleador, la Réseau de transport de la Capitale (RTC), sus miembros han comenzado huelga que se extenderá hasta el 16 de julio inclusive, salvo que se llegue a un acuerdo para entonces.
Y contrariamente a lo que ha sido la costumbre en los últimos años durante una huelga de transporte público en Quebec, no se mantendrán los servicios esenciales durante la huelga en el RTC.
El Tribunal Laboral Administrativo resolvió en junio que, tras una reforma al Código del Trabajo, le corresponde decidir si las partes deben o no quedar sujetas a esta obligación. En este caso, decidió que no, ya que la huelga no pone en riesgo la salud y la seguridad del público.
Durante un scrum de prensa el sábado por la tarde, Bruno Marchand socavó fuertemente esta conclusión.
«Los ciudadanos de la aglomeración de Quebec se encuentran sin transporte público por una decisión, por supuesto, del sindicato de ir a la huelga, pero también por una decisión respaldada por el Tribunal Administrativo [Laboral] que se basa en una ley de el Gobierno de Quebec que viene a decir que el transporte público no es un servicio esencial, lo cual es bastante problemático”, lanzó el alcalde.
M. Marchand también recordó que el transporte público había sido considerado un servicio esencial durante la pandemia de la COVID-19, ya que permitía desplazarse a personas que aún tenían que ir a trabajar a hospitales o supermercados, entre otros lugares.* 100014*
«Hoy, lo que tenemos en Quebec es una decisión que nos dice que el transporte público ya no es un servicio esencial, incluso si hay personas que lo necesitan para ver a sus seres queridos, para trabajar o para estudiar. Entonces, realmente, nos encontramos en una situación que es insostenible y que realmente deploro. Siento mucha simpatía por todos los usuarios del servicio de transporte público en Quebec. Hay una situación que es anormal”, dijo.
El RTC confirmó el sábado que solo los servicios de paratránsito, Flexibus y àVélo estarán disponibles durante la huelga. Por lo tanto, los autobuses permanecerán en el garaje durante las tácticas de presión, que podrían continuar durante el período crucial del Festival d’été de Québec, que comenzará el jueves.
A principios de esta semana, los organizadores del festival mencionaron en las redes sociales que habían iniciado conversaciones con las distintas autoridades municipales para «implementar acciones destinadas a reducir los impactos de la huelga en los asistentes al festival».*100020 *
medios limitados
En sus respectivos comunicados de prensa, ambas partes expresaron su deseo de continuar las negociaciones para llegar a un acuerdo lo antes posible. Un conciliador-mediador del Ministerio de Trabajo también continúa apoyando a las partes para encontrar rápidamente un terreno común, dijo el ministro Jean Boulet en Twitter.
Por su parte, el alcalde Marchand no ocultó que tiene las manos algo atadas en esta situación, ya que la RTC es una entidad independiente de la Ciudad y existen leyes para garantizar a los trabajadores el derecho a la huelga.
«No podemos traer esquiroles, no podemos decirnos a nosotros mismos que vamos a crear un sistema de transporte público falso al lado que se asegurará de eludir las reglas y eliminar la huelga correcta de estos trabajadores . Es un derecho que está reconocido en la ley, entonces estamos muy limitados en lo que podemos hacer”, confesó el alcalde.
M. Marchand señaló que desde hace varias semanas se está trabajando tras bambalinas para prepararse ante la posibilidad de una huelga que se extendería durante la semana o el Festival de Verano, y agregó que todas las opciones están sobre la mesa.
«Sin embargo, nunca volverá al estado normal: todo lo que podamos poner en marcha no cubrirá todas las consecuencias negativas de tener una paralización del transporte público», advirtió.
El RTC atiende a una población de 580.000 habitantes, opera una flota de 449 autobuses estándar, 109 autobuses articulados y 64 minibuses híbridos.
Los usuarios que ya hayan adquirido determinados títulos de transporte, incluidos los abonos mensuales, podrán ser reembolsados. Un formulario de solicitud de reembolso estará disponible después de que finalice la huelga y los usuarios tendrán tres meses para completarlo, explicó la empresa de transporte.
El sindicato se negó a conceder una entrevista cuando The Canadian Press se le acercó el sábado por la mañana. Sus miembros organizaron una manifestación en Quebec para ser escuchados.
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