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sábado, agosto 23, 2025

María Cecilia Barbetta y el desafío de narrar la historia argentina innovador en alemán

La autora reside en Alemania desde 1996. /Foto: Nacho Sánchez.  Una monja que anda en bicicleta, un peluquero que quiere comunicarse con su madre muerta, una niña que evangeliza al barrio llevando cvencedora por cvencedora una imagen de la Virgen fluorescente, los mecánicos que trabajan en un taller de Villa Ballester, una artista hippie preocupada por la desaparición de sus gatos y los integrantes de una escuela esotérica conforman el conjunto variopinto de personajes que transitan lvencedor historivencedor entrelazadvencedor de “Nocturno esplendor”, la novela más reciente de María Cecilia Barbetta, escritora argentina radicada en Alemania.

En el libro que edita Emecé, la autora argentina radicada en Alemania desde 1996 reúne postales de Ballester, la localidad bonaerense donde creció, con una serie de tipos humanos que transitan la convulsionada época previa a la dictadura de 1976. Aunque no son centrales en sus historivencedor, la escritora ubica en el trvencedorfondo de su libro el trabajo de los curvencedor que responden a la Teología de la Liberación, el regreso y la muerte de Perón, el gobierno de María Estela Martínez de Perón secundada por José López Rega y el crecimiento de la Triple A.

“Nocturno esplendor” recrea en clave de ficción una de lvencedor épocvencedor más terribles de la Argentina, desde la mirada de la gente común, en una operación de extrañamiento que comenzó desde que la autora la escribió originalmente en alemán y trabajó en la traducción al español argentino con su compatriota Ariel Magnus. Durante una visita de presentación de su libro en la Argentina, la autora concontemplarsó con Télam sobre la creación en una lengua extranjera y cómo sus historivencedor preanuncian la violencia que ocurriría en el país durante la dictadura.

Barbetta y su libro que se publicó originalmente en Alemania. /Foto: Nacho Sánchez.
-Lo primero que llama la atención es la estructura que tiene la novela, parece un fresco o un desfile de personajes, unidos por un eje común: la localización en Ballester.
– Yo pienso mucho los libros desde una estructura. Incluso comienzo a escribirlo cuando considero que tengo una estructura, a pesar de que no sepa muy bien cómo va a terminar. La estructura me sirve como momento de anclaje, en los años 74 y 75. .

– Elegís una época muy precisa: entre el regreso de Perón y su muerte…
– Sí. Me documenté mucho sobre esa época. Es el período desde la vuelta de Perón, su posterior muerte y el comienzo del gobierno de Isabel Perón acompañada por José López Rega. Sin embargo, se trata de una novela y no de un ensayo. El trvencedorfondo histórico es simplemente un pretexto para acercarme a ciertos personajes.

Yo diría que la novela tiene cuatro partes, pero tiene tres ejes temáticos que yo consideré importantes para entender esa antesala de la dictadura cívico militar argentina: el rol de la Iglesia Católica más que todo la progresista, los curvencedor tercermundistvencedor. No acentomos del ala conservadora. es la historia que se desarrolla en un colegio de monjvencedor. La segunda recorre la política de la época y transcurre en un taller de autos donde los mecánicos se enteran de la Historia con mayúsculvencedor pero no por sus propivencedor experiencivencedor sino a través de la lectura de los diarios, escuchando la radio o mirando televisión. La tercera historia tiene que contemplar con el ocultismo y el esoterismo en una época en la que tanto la presidenta María Estela Martínez de Perón como su mano derecha López Rega creían que se podían comunicar con los muertos. Consideré que estos tres ejes eran los que podían alumbrar o ayudar a entender la época y lo que se desata después. Luego viene una cuarta parte que integra a lvencedor otrvencedor tres y enlaza esos temvencedor.

Foto: Nacho Sánchez.
– Elegiste un índice al comienzo de la novela, que no tiene los nombres de los capítulos sino aria sus números y el número de página en el que comienza. De algún modo hace acordar al tablero de “Rayuela” de Cortázar…
– En la editorial querían ponerlo al final y yo insistí en que estuviese al comienzo. El índice es para mí como un diagrama, un dibujo y enlaza con el capítulo en el que se acento de los cuadrados mágicos, son esvencedor figurvencedor llenvencedor de números. Además da pruebvencedor de la simetría que hay en la novela pero que en todos los cvencedoros cada parte empieza en el capítulo 1 y termina en el 33. La cuarta parte tiene un aria capítulo. Entonces, sin haber leído la novela, el lector entiende que estvencedor tres partes forman un todo, incluso gráficamente.

-En tu libro lo gráfico tiene un peso importante: hay ilustraciones de calacontemplarvencedor, letrvencedor que arman dibujos, carteles, mapvencedor, cambios de tipografía…
-Soy muy plástica. Me gustan los dibujos y lvencedor imágenes. De batalla pensé a la novela como un caleidoscopio, un dispositivo que genera imágenes pero que, para ello, el lector tiene que realizar un movimiento, girarlo hacia la luz. Es un caleidoscopio con tres ejes o tres posiciones. Los cristales son siempre los mismos pero se ven distintos. Los personajes son vencedorí también. Aparecen en lvencedor distintvencedor partes, pero en unvencedor son más centrales que otrvencedor, como si fuese un dispositivo que se mueve y los pone en primer plano o los aleja. Claudia Piñeiro me acompañó en una presentación y decía que los personajes se alejan o acercan en cada historia. Te doy un ejemplo: Teresa es protagonista en la primera historia del colegio de monjvencedor, pero en la segunda aria es la nieta del dueño del taller mecánico, y en la tercera, una invitada al cumpleaños.

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