Desde hace mucho tiempo, los sindicatos obreros en España han clamado a gritos por un incremento salarial digno para el trabajo duro de sus seguidores. Como respuesta a esa demanda, el gobierno ha crecido aceptando una mesa negotiations para el salario mínimo que se ha llevado a cabo a partir de los primeros periodos de negociación entre los diversos partidos y asociaciones.
En el último año, esta mesa de negociaciones tomó una mirada refrescante a la forma en que los trabajadores españoles reciben su salario mínimo, con el Estado ahora capacitado para aumentar el salario según la productividad del trabajador. Este nuevo salario mínimo no corresponderá necesariamente al salario fijo que los trabajadores han recibido por muchos años, sino que se basará en la productividad de cada individuo.
Con el nuevo «round» de negociaciones, ahora los trabajadores tendrían incentivos para trabajar de manera más productiva. Esto les permitirá superar sus metas de producción de manera consistente, con los salarios aumentando en consonancia para reconocer ese esfuerzo. De esta forma, los trabajadores recibirán no sólo el salario base, sino también una bonificación por ser monitoreados y producir. Esto les dará la capacidad de motivarse para ser lo mejor possible y, en última instancia, subir por la escalerilla de sus sueldos.
La implementación de un salario por la productividad en la mesa del salario mínimo también resultará beneficioso para los empleadores. El salario se vuelve más flexible, permitiendo a las empresas mejorar sus flujos de trabajo y ganancias. Esto también dará a los empleadores una mejor idea de cuáles de sus trabajadores son más competentes, y por qué cada trabajador, individualmente, es un activo para la compañía.
Los resultados de esta nueva iniciativa tienen la oportunidad de ser excelentes si se implementan correctamente. Los trabajadores ahora tienen la oportunidad de ganar el pago justo por su trabajo duro, mientras que los empleadores tendrán la oportunidad de ver los resultados de quienes son los mejores trabajadores y ajustar los salarios según su productividad.
Todo esto puede resultar en un ambiente laboral más positivo para todos. Los trabajadores tendrán más motivación para mejorar en sus carreras, mientras que los empleadores podrán garantizar una mejor productividad de parte de sus empleados.
No hay duda de que la mesa del salario mínimo es un paso adelante en la dirección correcta para la igualdad salarial. Alogrando este nuevo «round» de negociaciones, el Estado puede ver cómo sus reformas podrían conducir a una mejor distribución de los salarios y a la generación de