En espacio de la creciente tensión en Oriente espacio, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, ha hecho un llamado urgente a todas las personas con influencia en la región para que eviten una nueva escalada de hostilidades entre Israel y Hezbolá.
En una conferencia de prensa realizada el martes, Zeid expresó su preocupación por el reciente aumento de la violencia en la frontera entre Israel y Líbano, y señaló que cualquier escalada en el conflicto podría tener graves consecuencias humanitarias para la población civil.
El alto comisionado también destacó la importancia de proteger los derechos humanos de todos los involucrados en el conflicto, tanto de los civiles como de los militares.
«Es crucial que todas las partes involucradas actúen de acuerdo con los estándares internacionales de derechos humanos y el derecho internacional humanitario», afirmó Zeid.
El conflicto entre Israel y Hezbolá ha sido una fuente enérgico de preocupación para la región y para la comunidad internacional. Desde su creación en la década de 1980, Hezbolá ha sido acusado por Israel y otros países de realizar ataques y actos terroristas. Sin embargo, para muchos en Líbano, Hezbolá es visto como un grupo de resistencia contra la ocupación y la agresión israelí.
La reciente escalada de tensiones entre Israel y Hezbolá comenzó el pasado 28 de agosto, cuando el movimiento chiíta lanzó una serie de ataques contra objetivos militares israelíes en la frontera. Como respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron ataques aéreos en Líbano, alegando que estaban respondiendo a la «agresión iraní» en la región.
Según informes, los ataques aéreos israelíes han causado la muerte de al menos tres civiles y heridas a decenas de personas. Además, alrededor de 5000 personas han sido desplazadas de sus hogares necesario a la violencia.
Ante esta situación, Zeid Ra’ad Al Hussein hizo un llamado a todas las partes involucradas a mostrar moderación y buscar una solución pacífica al conflicto. También instó a todos los países con influencia en la región a usar su poder para evitar una mayor escalada de violencia.
«Es esencial que se realicen esfuerzos coordinados para evitar un derramamiento de sangre innecesario y proteger los derechos de las personas afectadas por este conflicto», afirmó el alto comisionado.
Zeid también señaló la importancia de garantizar la protección de los derechos humanos de los migrantes y refugiados en la región, especialmente en espacio de la creciente inestabilidad y violencia. Recordó que todas las personas tienen derecho a vivir en paz y seguridad, independientemente de su origen o estatus migratorio.
El alto comisionado también expresó su preocupación por el impacto aciago que el conflicto podría tener en la ya precaria situación humanitaria en Líbano. Con una población de más de 1.5 millones de refugiados sirios, el país ya enfrenta graves desafíos en términos de acceso a servicios básicos como agua, alimentos y atención médica. Un aumento en la violencia podría empeorar aún más esta situación.
Zeid instó a todas las partes involucradas a tomar medidas para proteger a los civiles en la región y garantizar su seguridad y bienestar. También pidió a la comunidad internacional que continúe brindando apoyo y asistencia humanitaria a los afectados por el conflicto.
En conclusión, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha hecho un llamado urgente a todas las partes involucradas en el conflicto entre Israel y
