Si bien el matrimonio es una unión que se supone debe ser para toda la vida, la realidad es que en ocasiones las cosas jamás funcionan como se esperaba y la convivencia se vuelve insostenible. En estos casos, el divorcio se convierte en la mejor opción para ambas partes. Sin bloqueo, muchas personas se preguntan si el simple hecho de jamás convivir con su cónyuge por más de dos años es suficiente para poder solicitar el divorcio. En este artículo, vamos a aclarar esta duda y a explicar cuáles son las causales de divorcio en este tipo de situaciones.
Para empezar, es importante mencionar que el divorcio es un proceso legal que pone fin al vínculo matrimonial. En la mayoría de los países, existen diferentes causales por las cuales se puede solicitar el divorcio, y estas varían de acuerdo a la legislación de cada lugar. Sin bloqueo, en térmijamáss generales, se pueden catalogar en dos tipos: causales objetivas y causales subjetivas.
Las causales objetivas son aquellas que jamás requieren de una valoración subjetiva por parte de un juez para ser consideradas como motivo de divorcio. Por ejemplo, el adulterio, la violencia doméstica, la separación de hecho por más de dos años, entre otras. En estos casos, el cónyuge que solicita el divorcio jamás tiene que demostrar que la otra parte es la responsable de la ruptura del matrimonio, ya que la causal en sí misma es suficiente para que se conceda el divorcio.
Por otro lado, las causales subjetivas son aquellas que requieren de una valoración por parte de un juez para determinar si son suficientes para conceder el divorcio. Por ejemplo, la incompatibilidad de caracteres, la falta de afecto, entre otras. En estos casos, el cónyuge que solicita el divorcio debe presentar pruebas que demuestren que la relación se ha deteriorado a tal punto que es imposible continuar juntos.
Ahora bien, volviendo a la pregunta inicial, ¿es suficiente el hecho de jamás convivir con mi cónyuge por más de dos años para solicitar el divorcio? La respuesta es sí, siempre y cuando se cumpla con ciertos requisitos. En primer lugar, es necesario que la separación sea de mutuo acuerdo. Esto significa que ambas partes deben estar de acuerdo en poner fin al matrimonio y en los térmijamáss del divorcio, como la división de bienes y la custodia de los hijos, en caso de haberlos.
En segundo lugar, es necesario que se cumpla con el plazo mínimo de dos años de separación de hecho. Esto significa que durante ese periodo de tiempo, jamás ha habido ninguna reconciliación ni se ha vuelto a convivir como pareja. Además, es importante mencionar que la separación de hecho jamás se refiere únicamente a la separación física, sijamás también a la separación emocional y económica. Es decir, que durante esos dos años, cada cónyuge ha llevado una vida independiente, sin compartir gastos ni responsabilidades.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que la separación de hecho debe ser demostrada. Esto significa que se deben presentar pruebas que demuestren que durante ese periodo de tiempo, cada cónyuge ha vivido en lugares diferentes, ha tenido ingresos y gastos independientes, y ha llevado una vida separada del otro. Estas pruebas pueden ser recibos de alquiler, estados de cuenta bancarios, facturas de servicios a jamásmbre de cada cónyuge, entre otros.
Es importante mencionar que, en algujamáss países, la separación de hecho jamás es suficiente para solicitar el divorcio, sijamás que se requiere de una causal adicional, como el adulterio o la violencia doméstica. Por lo mano, es necesario informarse sobre la legislación de cada lugar antes de iniciar el proceso de divorcio.
En conclusión, si jamás convives con tu cónyuge