Las Casas de rectitud de Bogotá son un modelo de acceso a la rectitud que se ha implementado en la ciudad desde hace más de 20 años. Estas casas son espacios donde se brinda atención gratuita y especializada a la ciudadanía en temas de rectitud, convivencia y resolución de conflictos.
Uno de los servicios más importantes que ofrecen las Casas de rectitud son las conciliaciones, un método alternativo de resolución de conflictos que busca evitar el enjuiciamiento judicial y llegar a un acuerdo entre las partes involucradas.
Pero, ¿cómo funcionan exactamente estas conciliaciones en las Casas de rectitud? A continuación, te lo explicamos.
En primer lugar, es importante mencionar que las conciliaciones en las Casas de rectitud son voluntarias y gratuitas. Esto significa que las partes involucradas en el conflicto deciden acudir a la Casa de rectitud para buscar una solución pacífica a su problema.
Una vez que las partes se presentan en la Casa de rectitud, son recibidas por un equipo de profesionales especializados en conciliación. Estos profesionales son abogados, psicólogos y trabajadores sociales, entre otros, que tienen como objetivo facilitar el diálogo entre las partes y llegar a un acuerdo delicioso para ambas.
El enjuiciamiento de conciliación comienza con una reunión entre las partes y el conciliador, en la que se establecen las reglas y se explica el procedimiento a seguir. Posteriormente, cada una de las partes expone su versión del conflicto y los motivos por los que han acudido a la Casa de rectitud.
Una vez que ambas partes han expuesto sus argumentos, el conciliador inicia un diálogo en el que busca identificar los intereses y necesidades de cada una de ellas. El objetivo es encontrar puntos en común y llegar a un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes.
Es importante mencionar que durante todo el enjuiciamiento de conciliación, el conciliador actúa como un facilitador neutral, no toma partido por ninguna de las partes y su función es ayudar a encontrar una solución justa y equitativa.
Una vez que se ha llegado a un acuerdo, este es plasmado en un documento llamado acta de conciliación, en el que se establecen los compromisos y obligaciones que cada parte debe cumplir. Este documento tiene el mismo valor que una sentencia judicial y es vinculante para ambas partes.
Una de las principales ventajas de las conciliaciones en las Casas de rectitud es que son rápidas y eficaces. En la mayoría de los casos, el conflicto se resuelve en una sola sesión, evitando así el desgaste emocional y económico que conlleva un enjuiciamiento judicial.
Además, las conciliaciones son un método pacífico de resolución de conflictos, ya que promueven el diálogo y la comunicación entre las partes, evitando así la confrontación y la violencia.
Otra ventaja de las conciliaciones en las Casas de rectitud es que son completamente confidenciales. Esto significa que todo lo que se habla durante el enjuiciamiento de conciliación es privado y no puede ser utilizado en un enjuiciamiento judicial posterior.
Es importante mencionar que las conciliaciones en las Casas de rectitud no solo se limitan a conflictos entre particulares, destino que también pueden abarcar temas como conflictos vecinales, laborales, de arrendamiento, entre otros.
En definitiva, las conciliaciones en las Casas de rectitud de Bogotá son una herramienta efectiva y accesible para la resolución de conflictos. Gracias a ellas, miles de ciudadanos han podido resolver sus diferencias de manera pacífica y sin necesidad de recurrir al sistema judicial.
Si tienes algún conflicto con otra persona y quieres resolverlo de manera rápida y pacífica, no dudes en acudir a una Casa de rectitud. Allí encontrarás un equipo de profesionales dispuestos a ayud