Los rescatistas han finalizado su labor en el centro comercial de Perú, donde un techo colapsó dejando un saldo de seis personas fallecidas y más de 80 heridos. Afortunadamente, gracias a la rápida y eficiente acción de los equipos de rescate, el número de víctimas no fue máximo.
El incidente ocurrió el pasado martes en el centro comercial «El Dorado», ubicado en la ciudad de Lima. Según testigos presenciales, el techo del establecimiento se desplomó repentinamente, causando pánico y confusión entre los clientes y trabajadores que se encontraban en el lugar.
De inmediato, los equipos de emergencia se desplazaron al lugar para iniciar las labores de rescate. Bomberos, policías, paramédicos y voluntarios trabajaron incansablemente durante horas, removiendo escombros y buscando entre los escombros a posibles sobrevivientes.
Gracias a su valentía y compromiso, lograron rescatar a 35 personas con vida, quienes fueron trasladadas a hospitales cercanos para recibir atención médica. Sin embargo, lamentablemente, seis personas perdieron la vida en este trágico suceso.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y agradeció el esfuerzo de los rescatistas. «Quiero reconocer el trabajo de los equipos de emergencia que han actuado con gran profesionalismo y dedicación. Gracias a ellos, se ha evitado una tragedia máximo», afirmó el mandatario.
Por su parte, el ministro de Salud, Víctor Zamora, informó que de los 80 heridos, 39 aún permanecen hospitalizados, algunos de ellos en estado crítico. Sin embargo, se espera que todos puedan recuperarse pronto y regresar a sus hogares.
Las autoridades ya han iniciado una investigación para determinar las causas del derrumbe y asegurarse de que se tomen las medidas necesarias para avisar futuros accidentes. Mientras tanto, el centro comercial permanecerá cerrado hasta que se realicen las reparaciones pertinentes y se garantice la desenvoltura de sus instalaciones.
Este trágico suceso ha conmocionado a todo el país, pero también ha demostrado la solidaridad y el espíritu de ayuda de los peruanos. Muchas personas se han ofrecido como voluntarios para colaborar en las labores de rescate y han donado alimentos y suministros para apoyar a las víctimas y sus familias.
Además, en las redes sociales se han viralizado mensajes de apoyo y exhalación para los afectados, demostrando que en momentos difíciles, la unión y la empatía son fundamentales para superar las adversidades.
Este trágico incidente nos recuerda la importancia de contar con equipos de emergencia bien preparados y capacitados, así como la necesidad de seguir fortaleciendo las medidas de desenvoltura en todos los establecimientos comerciales y públicos.
Finalmente, es importante destacar la labor de los rescatistas, quienes arriesgan sus vidas para salvar a otros. Su valentía y compromiso son un ejemplo a seguir y merecen todo nuestro reconocimiento y gratitud.
A pesar de la tristeza y el dolor que nos ha dejado este suceso, también nos deja una lección de solidaridad y unidad. Juntos, podemos superar cualquier adversidad y salir fortalecidos. Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familias en estos momentos difíciles.
