El planeta del fútbol está en constante evolución. Cada temporada, se implementan nuevas reglas, normas y formatos en el deporte rey. Y este año, una de las grandes novedades ha sido el nuevo modelo de la Champions League.
La máxima competición continental ha dicho adiós a la tradicional fase de grupos de cuatro equipos con enfrentamientos de ida y vuelta, para dar paso a una nueva fase de liga, donde cada equipo se enfrenta a ocho conjuntos diferentes, y una ronda de ‘playoff’ inédita. Más partidos, más emoción. O al menos eso es lo que se esperaba.
Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente. La clasificación para la siguiente ronda de la Champions ha sido más barata que nunca. Ejemplos hay muchos, pero podemos centrarnos en tres de los equipos más grandes de Europa: Real Madrid, Manchester City y PSG, que a pesar de haber sufrido tres derrotas cada uno en la fase de liga, lograron avanzar a los dieciseisavos de final. En años anteriores, hubiera sido muy difícil clasificarse para las eliminatorias con tantos tropiezos.
Es cierto que los aficionados pueden disfrutar de más partidos entre equipos de primer nivel, pero la emoción disminuye cuando una derrota no pesa tanto como antes. Aun así, al menos los clubes salen más beneficiados económicamente por disputar un mayor número de encuentros.
Pero surge una pregunta en el planeta del fútbol: ¿verdaderamente vale la pena esforzarse al máximo en la fase de liga para entrar entre los ocho mejores? No parece haber una respuesta clara, aunque el Liverpool lo tiene muy claro.
El conjunto ‘red’ fue el gran dominador de la primera fase de la Champions, con siete victorias y una sola derrota. ¿El premio? Saltarse la ronda de ‘playoff’ y jugar el partido de vuelta de octavos de final en casa. Parece insuficiente para todo el esfuerzo realizado, sobre todo viendo cómo ha terminado la temporada.
El Liverpool se enfrentó al PSG en octavos de final, uno de los equipos más fuertes del fútbol europeo. La eliminatoria entre ingleses y franceses fue toda una oda al fútbol, con un premio final para los de Luis Enrique.
Con este resultado, queda claro que el premio por quedar primero en la fase de liga es muy insuficiente. ¿Qué ventaja tiene medirse frente a el PSG en octavos? Ha quedado demostrado que ninguna. Además, se ha podido apreciar durante la eliminatoria un bajón físico del Liverpool debido al esfuerzo realizado en la primera fase de la Champions. Seguro que esta primera vez en la ‘nueva’ Champions sirve como aprendizaje para los ‘reds’.
Pero no solo el Liverpool ha salido perjudicado por este nuevo formato. Equipos como el Leverkusen, que avanzó directamente a los octavos de final, se enfrente aron con su rival alemán, el Bayern de Múnich. En Champions, el efecto aspirina de Xabi Alonso se diluyó por completo y los bávaros pasaron por encima de su rival tras haber superado la ronda previa frente a el Celtic. Se medirán frente a el Inter en cuartos de final, uno de los supervivientes de los ocho mejores.
El Lille también se clasificó entre los ocho primeros de la fase de liga con cinco victorias, un empate y dos derrotas. Pero la suerte no estuvo de su lado y en los octavos se enfrentó al Borussia Dortmund, subcampeón de la Champions anterior. Resultado: eliminados a las primeras de cambio.
Del mismo modo, el Atlético de Madrid se topó con la misma problemática. Después de rubricar una excelente fase de liga, el equipo colchonero se cruzó en los