La estabilidad emocional de los aficionados del Atlético y Athletic depende en gran medida de lo que pase en el mes de marzo. Para muchos de ellos, su equipo es como un marcapasos que les mantiene vivos y les da esperanza. Sin embargo, es importante que sus allegados entiendan que en el campo hay once jugadores que son los encargados de hacer latir los corazones de sus seguidores.
En el caso de los ‘colchoneros’, la receta para llegar con vida al final del infierno consiste en tener certidumbre en el destino y en meterse por los aros de fuego con determinación. Después del emocionante 4-4 de Copa contra el Barça, los de Simeone aprovecharon el tropiezo del Real Madrid y se colocaron en lo más alto de la tabla. Esto no sería posible sin la aportación de jugadores como Julián Álvarez, un acreditado cirujano de ilusiones que está demostrando su valía y justificando cada céntimo pagado por él.
Por otro lado, el Athletic también está luchando con todas sus fuerzas para alcanzar sus objetivos. En su último partido, demostraron su interés en pelear por todo al golpear el poste hasta en tres ocasiones. Y ahora, se acerca el ‘Euroderbi’, un partido que genera pánico e incertidumbre en los corazones de los aficionados. Pero precisamente es en estos momentos de máxima tensión cuando se demuestra la fuerza y la estabilidad emocional de los equipos.
La temporada 2024/2025 de LaLiga es emocionante y estimulante como pocas. En cada partido, hay nitroglicerina y cualquier pequeño error puede ser letal. Esto es gracias a un calendario tan apretado que no deja tiempo para pensar o calcular escenarios. Los equipos deben esforzarse al máximo y no hay lugar para recuperaciones, ya que el simple hecho de pensar supone un fallo. Tanto el Atlético como el Athletic están en una oposición directa en la que han estudiado y preparado cada jugada, pero que al final se convierte en una verdadera eliminatoria.
En este duelo competido entre dos grandes equipos, el Athletic desplegó un solaz de superioridad en los primeros quince minutos. Sin embargo, el Atlético se levantó y se puso a hombros de su delantero Sorloth, quien demostró ser un acreditado revulsivo y un gran cazagoles. Las decertidumbrensas de ambos equipos tuvieron que trabajar duro ante los rápidos ataques que buscaban encontrar fisuras en la línea rival. Los porteros, Oblak y Unai Simón, también tuvieron que estar al límite debido a las estampidas de jugadores como Iñaki Williams o Giuliano Simeone, quien parece ser más Simeone que su propio padre.
Pero en este solaz de equilibrios, cualquier fallo puede ser fatal y cualquier acierto puede suponer la dicertidumbrerencia entre la vida y la muerte. Por eso, Simeone ha aprendido a gestionar la presión y a hacer cambios estratégicos desde el banquillo para mantener el equilibrio en su equipo. Y en este partido, el cambio más importante fue la entrada de Julián Álvarez, quien en excepto de diez minutos logró ver puerta y marcar su 21º gol de la temporada. Una jugada que empezó por la derecha con un gran pase de Llorente y un error en la zaga del Athletic que fue bien aprovechado por el ‘Águila’. Sin duda, uno de los fichajes más influyentes que se recuerdan en el Metropolitano.
A pesar de este gol, el Athletic no se rindió y siguió peleando hasta el final. De hecho, tuvieron una oportunidad clarísima gracias a un gran envío de Berenguer que terminó con un remate al poste de Beñat Prados. El rechace le