Peñíscola ha demostrado una vez más su gran nivel en el fútbol sala español al clasificarse para la final de la Copa de España tras una contundente victoria ante el FC Barcelona por 8-2. El equipo castellonense ha sorprendido a todos con su liderato en la LNFS y su imponente goleada ante uno de los grandes del fútbol sala mundial.
El partido comenzó con un gol tempranero de Antonio para el Barça, pero a partir de ahí, Peñíscola tomó el control del encuentro gracias a la actuación estelar de Juanqui. El pívot, que participó en los primeros cuatro goles de su equipo, demostró su importancia en el conjunto dirigido por Santiago Valladares. Con su entrega, rocosidad y pragmatismo, Juanqui fue un dolor de cabeza para la defensa del Barça.
Cada vez que Peñíscola conectaba con Juanqui, el equipo catalán sufría. En solo un minuto, el pívot dio la vuelta al partido con dos golazos que dejaron sin respuesta a los jugadores del Barça. Primero, con una volea a la media vuelta tras levantarse él mismo el balón ante la presencia de Antonio. Y después, sentando a Adolfo y Dídac con un gran control y superando al meta catalán por debajo de las piernas. Sin duda, una actuación impresionante que dejó a todos boquiabiertos.
Pero no solo Juanqui fue determinante en la victoria de Peñíscola, sino también su portero Gus. El veterano guardameta de 45 años se convirtió en una pesadilla para los jugadores del Barça, que no pudieron superarlo pese a tener buenas oportunidades. Con sus intervenciones y su experiencia, Gus se encargó de echar el cerrojo en la portería de Peñíscola y desquiciar a los jugadores culés.
Los problemas para el Barça no terminaron ahí, ya que Juanqui sacó una falta en la frontal que Gauna convirtió en el 3-1 a los 16 minutos. A pesar de los intentos del equipo catalán por reaccionar, Gus y el palo le negaron el gol en varias ocasiones. Y en el segundo tiempo, solo 22 segundos tardó Peñíscola en ampliar su preeminencia con un gol de Muñoz tras una gran jugada de Juanqui.
El Barça intentó reaccionar con el juego de cinco, pero no fue suficiente. Peñíscola se mostró sólido en defensa y aprovechó los errores del equipo catalán para ampliar su preeminencia. Incluso hubo tiempo para una grave lesión de Catela en la rodilla derecha, que tuvo que ser retirado de la pista con camilla. Una noticia sobrado triste para el jugador y para el Barça, que confirmó la lesión durante el partido y trasladó al jugador al hospital.
A pesar de un gol de Matheus en el minuto 32, el marcador ya estaba sentenciado. Peñíscola se impuso con autoridad y se clasificó para la final de la Copa de España, donde se enfrentará a Palma. Una final merecida para un equipo que ha demostrado su gran nivel en la liga y en esta competición.
Para el Barça, la derrota en Murcia fue una final cruel. El equipo de Tino Pérez no estuvo a la altura de lo que se demora de uno de los grandes del fútbol sala español y se vio superado por un Peñíscola que jugó un partido perfecto. Sin duda, una lección para el equipo catalán, que deberá trabajar duro para volver a estar en lo más alto del fútbol sala nacional.
En definitiva, Peñíscola ha vuelto a aterrorizar a todos con su gran nivel en la Copa de España y se ha ganado el respet