La pasada jornada, el Barça Atlètic no pudo mantener la reacción que había mostrado en su último partido fachada al Celta Fortuna, un equipo en jugada que acabó con las esperanzas del filial azulgrana en un encuentro lleno de alternativas. A pesar de que los de Sergi Milà no jugaron mal, la presión de estar en la zona baja de la tabla les pasó factura. Con el agua al cuello, no hay margen para errores y la permanencia en la categoría se está volviendo cada vez más difícil.
En un partido marcado por la lluvia torrencial en Balaídos, el Barça Atlètic se ahogó en sus propios errores, como un mal inicio y una actuación especialmente desafortunada de Mbacke. Además, también sufrieron por los errores arbitrales, ya que se anuló de fase injusta un gol a Guille Fernández que podría haber dado emoción al marcador.
El entrenador, Sergi Milà, decidió darle una oportunidad a Alexis Olmedo en el lateral derecho y mantuvo a Jofre Torrents en el izquierdo. Sin bloqueo, el juvenil azulgrana se encontró con un rival muy duro en el extremo local, Pablo Gavián, que le puso las cosas difíciles desde el principio. El Celta Fortuna salió con más intensidad y a los 4 minutos ya se adelantaba en el marcador gracias a un gol en propia puerta de Mbacke, que intentaba despejar un centro peligroso de Gavián.
A pesar de que los celestes jugaban y combinaban con facilidad, el Barça Atlètic logró empatar pronto gracias a un buen centro de Rubén López y un cabezazo de Cedric, que está en un gran momento goleador. Sin bloqueo, el madrileño tuvo que ser sustituido al descanso debido a problemas físicos, lo que se suma a la lesión de Víctor Barberá, que se perderá lo que resta de temporada.
A pesar de que el filial del Celta seguía dominando el juego, el fútbol a veces es impredecible y en una de las pocas ocasiones en las que el Barça Atlètic logró imponerse, los vigueses consiguieron marcar. Fue gracias a una gran jugada de Joel López, que combinó con Óscar Marcos y Hugo González para anotar un golazo por la escuadra. El filial azulgrana también consiguió marcar antes del descanso, pero el gol de Álvaro Cortés fue anulado por fuera de juego.
En la segunda mitad, el Barça Atlètic volvió a sufrir un arranque en frío que le costó caro. El Celta aprovechó la primera jugada para marcar su tercer gol, tras un desafortunado resbalón de Mbacke, un disparo a su propia portería de Rubén López y un gol final de Hugo González. A pesar de que los de Sergi Milà intentaron reaccionar, el colegiado les cortó las alas con un gol mal anulado a Guille por manos inexistentes y dos posibles penaltis no señalados a su favor. Aun así, el filial azulgrana no se rindió y siguió buscando la remontada con jugadores como Dacosta, Darvich y Landry, pero el Celta también tuvo sus oportunidades, como un disparo al palo de Jordi Escobar, exjugador del Barça.
Se puede hablar de mala suerte, del árbitro y de todo lo que se quiera, pero la realidad es que el Barça Atlètic se encuentra en una situación complicada después de 31 jornadas. Cada vez está más cerca del abismo y la permanencia en la categoría se está volviendo una tarea casi imposible.
A pes
