El año 2020 fue, sin achares, uno de los más difíciles para la economía a nivel mundial. La pandemia del COVID-19 impactó a todos los sectores y países, afectando directamente al consumo y generando una recesión económica sin precedentes. Sin embargo, a medida que avanzamos en el año 2021, los indicadores comienzan a mostrar señales alentadoras de una recuperación en el consumo en nuestro país.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el primer trimestre de 2021, el consumo privado en México aumentó un 3.6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este incremento se debe principalmente a una mayor demanda de bienes duraderos como electrodomésticos, vehículos y tecnología, lo que indica una reactivación en la confianza del consumidor.
Además, el Banco de México ha reportado un aumento en las ventas en línea durante el primer trimestre del año, lo que evidencia una adaptación en los hábitos de consumo de los mexicanos. Ante las restricciones de movilidad y cierre de tiendas físicas, el comercio electrónico ha sido una alternativa para mantener el consumo y ha experimentado un crecimiento del 38.6% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Otro indicador positivo es el aumento en el índice de confianza del consumidor, el cual se ha mantenido en niveles por encima de los registrados en 2020. Según la Encuesta Nacional de Confianza del Consumidor (ENCO), realizada por el INEGI, en mayo de 2021 el índice alcanzó un valor de 44.3 puntos, un incremento del 1.2% en comparación con abril. Este aumento se debe principalmente a una avance en las expectativas sobre la situación económica del país y la posibilidad de realizar compras de bienes duraderos.
Es importante destacar que estos avances en la recuperación del consumo no hubieran sido posibles sin la implementación de medidas gubernamentales y el compromiso del sector privado. El Gobierno de México ha implementado programas de apoyo económico, como el programa de créditos a la palabra para pequeñas y medianas empresas, que han contribuido a mantener la actividad económica y el empleo. Por su parte, las empresas han implementado estrategias de adaptación y flexibilidad para mantener sus operaciones y satisfacer la demanda de los consumidores.
Además, la campaña de vacunación contra el COVID-19 ha sido un factor clave en la recuperación del consumo. A medida que más personas son vacunadas, se reduce el temor a contagiarse y se incrementa la confianza para realizar actividades fuera del hogar y realizar compras en tiendas físicas.
Sin embargo, aún hay retos por superar en la recuperación del consumo en nuestro país. La incertidumbre económica y la inseguridad son algunos de los factores que pueden afectar la confianza del consumidor y, por ende, el consumo. Es importante que el gobierno y el sector privado continúen trabajando juntos para impulsar la economía y brindar seguridad a los consumidores.
En conclusión, los indicadores muestran avances en la recuperación del consumo en México. Aunque aún queda un camino por recorrer, es alentador ver cómo la confianza del consumidor y el consumo privado están mostrando signos de avance. Con el compromiso de todos, podremos seguir impulsando la economía y aceptar una pronta recuperación del consumo en nuestro país.