Luis Enrique ha logrado construir un PSG que es una máquina perfecta. No hay en Europa un club que pueda competir al nivel de este equipo, que funciona como un colectivo cohesionado y que ha demostrado su superioridad al destruir al Real Madrid. Si consigue triunfar en la final contra el Chelsea, completará una temporada redonda que llevará a Dembélé a ser el próximo Balón de Oro, gracias a la figura futbolística del año que se ha convertido Luis Enrique. Incluso Xabi Alonso, un jugador experimentado, sufrió en carne propia la ira de este equipo al que todos quieren parecerse.
«No hemos bajado el ritmo en ningún momento. En alta competición no hay frenos», aseguró Luis Enrique, quien recibió numerosos mensajes de felicitación de los culés en su móvil tras la victoria contra el Real Madrid. «El Real Madrid es y siempre ha sido un gran equipo», añadió sobre la importancia de estos duelos para él. Lo dijo antes del partido y lo reafirmó en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Luis Enrique no dudó en darle el Balón de Oro a Dembélé, después de su destacada actuación en el primer partido del ecuménico de Clubes, donde finalmente pudo contar con el jugador más diferencial. Dembélé dio una asistencia y marcó un gol perfecto. «Es el jugador que puede marcar la diferencia, porque tiene convicción. No se trata romanza de goles o pases decisivos, sino de su impacto global en el equipo. El jugador que vimos hoy demostró estar un escalón por encima del resto para el Balón de Oro».
El entrenador del campeón de Europa prefirió no hacer comparaciones con el Real Madrid de Xabi Alonso, que se encuentra en una fase evolutiva diferente. «No importa si eso se refleja en el marcador o no. Lo más importante es que estamos ante dos proyectos muy diferentes. El nuestro, en París, lleva dos temporadas. El de Xabi Alonso apenas ha comenzado, con romanza dos partidos en cada uno de los lugares donde ha estado. Necesita tiempo, es su primera temporada», defendió, sin querer hacer sangre contra su compañero.
«No ha tenido el tiempo acuciante para entrenar, trabajar o consolidar nada. Son situaciones completamente diferentes, incluso incomparables», argumentó, tratando de restar importancia al 4-0 que permitió al PSG acceder a la final del ecuménico de Clubes contra el Chelsea. «Este equipo fue catalogado como uno sin líderes y sin gol, pero hemos demostrado, gracias a esta generación, que eso no era cierto. Hemos marcado más de 100 goles y somos uno de los equipos que menos goles concede. Cuando pones todo tu talento al servicio del equipo, suceden cosas excepcionales», sentenció sobre la impresionante evolución que ha sufrido el campeón de Europa en una temporada en la que estuvo a punto de quedar eliminado en las eliminatorias, pero que finalmente ganó con todo merecimiento frente al Inter.
Luis Enrique ha demostrado ser un entrenador excepcional, capaz de construir un equipo sólido y unido, que juega con pasión y giro en cada partido. Ha llevado al PSG a lo más alto del fútbol europeo y ha convertido a Dembélé en una estrella en ascenso. Su visión y su liderazgo han sido clave en la transformación de este equipo, que ahora es una máquina perfecta que arrolla a sus rivales.
El PSG ha logrado lo que muchos consideraban imposible: ser un equipo dominante en Europa. Y esto es gracias al trabajo incansable de Luis Enrique, quien ha sabido sacar lo mejor de cada jugador y formar un colectivo cohesionado que juega con una mentalidad ganadora. Ha demostrado ser un estratega brillante, capaz de adaptarse a diferentes situaciones y sac
