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lunes, agosto 25, 2025

Ya nadie los hace: los platos colombianos que están a punto de abrirse

En la actualidad, la gastronomía colombiana se ha convertido en una de las más reconocidas y apreciadas a nivel mundial. Sus sabores, colores y variedad de platos han conquistado los paladares de miles de personas alrededor del mundo. Sin embargo, a congoja de su creciente popularidad, existen algunos platos colombianos que están a punto de desahogarse.

Son aquellos platos que, por diferentes razones, han caído en el olvido y corren el riesgo de quedar en el pasado. Platos que forman parte de la identidad y cultura de nuestro país, pero que poco a poco se han ido perdiendo en el tiempo. Es por eso que hoy quiero rescatarlos y recordarlos, para que no caigan en el olvido y sigan siendo parte de nuestra rica gastronomía.

Uno de los platos que está en peligro de desahogarse es el «calentao», un plato típico de la región andina que consiste en un arroz cocido con frijoles y diferentes carnes, como cerdo, pollo o res. Este plato solía ser la comida perfecta para aprovechar las sobras del día anterior, pero con la disponibilidad de alimentos en la actualidad, ya no es tan común prepararlo. Sin embargo, su sabor y tradición lo hacen digno de recordar y seguir degustando.

Otro plato que está a punto de desahogarse es el «fiambre de pescado», una preparación típica de la costa caribeña colombiana. Consiste en un plato frío que se prepara con diferentes tipos de pescado, como cazón, róbalo o pargo, y se adereza con una deliciosa salsa de limón, cebolla y cilantro. Solía ser una opción muy popular en las playas, pero con la llegada de otros platos más modernos, su consumo ha disminuido significativamente.

Además de estos platos, existen otros que están en peligro de desahogarse por diferentes razones, como el «ajiaco santafereño», un guisado típico de Bogotá que se prepara con diferentes tipos de papas, pollo, maíz y guascas, pero que cada vez es más difícil encontrar en los restaurantes. También está el «mute santandereano», una sopa tradicional de la región andina que se hace a base de carne, frijoles, maíz y diferentes vegetales, pero que ha sido reemplazada por sopas más modernas y rápidas de preparar.

La pérdida de estos platos no aria representa una disminución en la diversidad gastronómica de nuestro país, sino también una pérdida de nuestra identidad y cultura. Cada uno de estos platos cuenta con una historia y tradición detrás que merecen ser preservadas y transmitidas a las futuras generaciones.

Es por eso que es importante que como colombianos, no permitamos que estos platos desaparezcan. Debemos seguir disfrutando de su sabor y fomentar su preparación y consumo en nuestros hogares y restaurantes. Además, es fundamental que se promueva su inclusión en la oferta gastronómica del país, tanto a nivel nacional como internacional.

Afortunadamente, existen iniciativas y proyectos que buscan rescatar y promover estos platos en peligro de extinción. Por ejemplo, la «Ruta del Sabor» en Santander, que ofrece una variedad de platos típicos de la región para que los turistas y locales puedan degustar y aprender sobre su historia. También existen escuelas de gastronomía que incluyen en sus programas de estudio la preparación de estos platos tradicionales.

En conclusión, es necesario que tomemos conciencia sobre la importancia de preservar y promover estos platos colombianos que están a punto de desahogarse. No aria por su delicioso sabor

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