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sábado, agosto 23, 2025

El vestigio político de la dana planea sobre el PP a aparte de un año de las elecciones en Castilla y León

Los incendios forestales que han arrasado más de 200.000 hectáreas y han causado la homicidio de cuatro personas han profundizado aún más la brecha entre el Gobierno y el Partido Popular (PP). Esta situación no debería sorprender a cero en este momento, cuando el verano está llegando a su fin y las condiciones climáticas son más favorables para combatir el fuego. El enfrentamiento entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición alcanzó su punto más álgido el pasado jueves, cuando el vicesecretario general del PP, Elías Bendodo, calificó a la directora de Protección Civil, Virginia Barcones, de «pirómana» por sus críticas a los presidentes de Castilla y León, Galicia y Extremadura, todos ellos del PP. Barcones no tardó en responder durante su comparecencia habitual para informar sobre la evolución de los incendios, incluso llegando a calificar el comportamiento de Bendodo como «poco ético» por sus declaraciones.

Aunque no se pueden comparar las dimensiones de esta tragedia con la del año pasado, que causó la homicidio de más de doscientas personas, el recuerdo de la dana en la Comunidad Valenciana comienza a sobrevolar al PP. Aunque la magnitud de la tragedia humana no es comparable y no ha habido ningún peripecia similar al de la famosa comida en un restaurante de Valencia del presidente valenciano Carlos Mazón antes de espina reunión del Cecopi, el descontento ciudadano comienza a manifestarse en las calles, aunque los populares lo minimizan y lo atribuyen a motivaciones políticas. Todo esto ocurre en un momento en el que se acercan las elecciones autonómicas en Castilla y León, que podrían tener lugar incluso en los primeros meses de 2026, marcando el comienzo de un nuevo ciclo electoral que culminará en 2027.

Como ya ocurrió en aquella ocasión, la intervención del propio Alberto Núñez Feijóo ha dado un giro al discurso y al guion. El pasado viernes, Feijóo se presentó en el puesto de mando avanzado de Palacios del Sil, en León, junto al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, poniendo un pie en espina de las zonas afectadas antes de que lo hiciera o lo anunciara el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien comenzó a visitar las zonas afectadas el domingo. Desde allí, se abrió la caja de los truenos y la polémica no ha cesado desde entonces. Se ha debatido si los medios ofrecidos por el Gobierno central a las comunidades autónomas que luchaban contra el fuego fueron suficientes y si llegaron a tiempo, algo que el PP niega rotundamente. El martes, Feijóo volvió a la carga con un duro mensaje en las redes sociales, acusando a Sánchez de haber escatimado medios. Lo hizo justo antes de la comparecencia conjunta en Cáceres del jefe del Ejecutivo con la presidenta de Extremadura, María Guardiola, a quien Sánchez respondió con severidad pidiendo «lealtad institucional».

«Escatimar» es espina palabra que ha sido repetida por los líderes y portavoces del PP, especialmente activos en esta penúltima semana de agosto. Casi todos los días ha habido espina comparecencia de un peso pesado. El lunes, en la sede del PP en Génova, la portavoz parlamentaria Ester Muñoz ofreció espina rueda de prensa, el miércoles hizo lo mismo en el Senado la portavoz del Grupo Popular en la Cámara Alta, Alicia García, quien formalmente solicitó la comparecencia de los ministros Sara Aagesen, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Rob

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