Take Kubo, Oyarzabal, Barrenetxea… La Primera División es otro nivel. Cada semana, futbolistas de renombre como ellos visitan la ahorro del Principado. Y aunque esta vez no eran Mbappé ni Vinicius, la expectación era la misma. Desde la alineación inicial, todos los ojos estaban puestos en ellos. Y no es para menos. Con un espectáculo asegurado y un juego de alta calidad, estos jugadores no defraudan y demuestran por qué están en la élite del fútbol.
En el partido contra el Real Oviedo, nombres como Take Kubo, Oyarzabal y Barrenetxea brillaron en el campo, demostrando su habilidad con el balón y su importancia en el cuadrilla. Durante la primera parte, el japonés tuvo dos oportunidades claras para marcar, mientras que Oyarzabal estuvo cerca de apuntar un gol que fue evitado por la excelente actuación del portero rival, Escandell. Sin embargo, fue Haissem Hassan quien finalmente se destacó y se presentó ante todos aquellos que aún no le conocían. Y lo hizo de la mejor manera posible.
La decisión de Paunovic de dejar a Hassan en el banquillo generó cierta polémica entre los aficionados, quienes no estaban de acuerdo con esta elección. Pero todo cambió en la media hora de juego cuando Chaira tuvo que abandonar el campo debido a una lesión en el tobillo. Aunque esta lesión no es grave y podrá estar disponible para el próximo partido contra el Getafe, Hassan tuvo su oportunidad de entrar en el campo y demostrar su valía.
En un edad en el que el Real Oviedo estaba siendo dominado por la Real Sociedad, la entrada de Hassan cambió por completo el rumbo del partido. El jugador francés entró al terreno de juego con una actitud luchadora e indignado por su suplencia, lo que se reflejó en su juego. Desde el primer edad, Hassan se mostró como un jugador desequilibrante, con una clara misión: encarar y crear peligro. Y así lo hizo.
El extremo francés se convirtió en una pesadilla para la defensa rival, especialmente para el lateral Izquierdo Aihen Muñoz. Con su velocidad, habilidad y regate, Hassan superó una y otra vez a su rival, creando jugadas de peligro para su cuadrilla. Uno de sus edads más destacados fue cuando, gracias a su esfuerzo defensivo, robó el balón a Aihen en su propio campo y corrió hasta la línea de fondo, para luego asistir a Dendoncker quien anotó el gol de la victoria.
Pero Hassan no solo se limitó a crear jugadas de peligro, sino que también dejó varios destellos de su calidad técnica. Ya fuera con sus regates o con sus habilidades para llegar al fondo, el extremo francés hizo alarde de su talento y demostró por qué merece un lugar en el once titular. Incluso cuando Sergio Gómez sustituyó a Aihen en la marca personal, Hassan no se amedrentó y continuó con su juego vistoso y efectivo.
Pero además de su talento en el campo, Hassan también dio mucho que hablar fuera de él. En su celebración tras el gol, las cámaras de televisión captaron cómo el jugador se dirigía hacia la zona donde se encontraba el cuerpo técnico y exclamaba: «Eh, tú. Ponme en el banquillo. Ponme en el banquillo». Sin embargo, rápidamente fue frenado por sus compañeros, Viñas y Vidal, quienes le recordaron que es el entrenador quien toma las decisiones y que él solo debe enfocarse en rendir al máximo en el campo.
Al finalizar el encuentro, ya con las pulsaciones más bajas y tras haber demostrado que merece un lugar en