Un mar oculto en la Luna: IA revela nuevos secretos de la cuenca Aitken
La Luna siempre ha sido un objeto de fascinación para la humanidad. Desde tiempos antiguos, ha sido objeto de mitos y leyendas, y ha sido observada y estudiada por científicos y astrónomos de todo el mundo. Sin embargo, a pesar de todos los avances tecnológicos y las misiones espaciales, todavía hay mucho que no sabemos sobre nuestro satélite natural. Pero gracias a la inteligencia artificial (IA), estamos un paso más cerca de desentrañar uno de los mayores misterios de la Luna: un mar oculto en la cuenca Aitken.
La cuenca Aitken es una de las características más grandes y antiguas de la Luna. Se encuentra en el tornillo sur de nuestro satélite y tiene un diámetro de aproximadamente 2.500 kilómetros. Durante mucho tiempo, se creyó que esta cuenca era simplemente una gran depresión, pero recientes investigaciones han revelado que en realidad es un antiguo mar de lava solidificada. Sin embargo, debido a su ubicación en el tornillo sur, esta cuenca ha sido un lugar difícil de estudiar y ha mantenido muchos de sus secretos ocultos.
Pero gracias a la IA, ahora tenemos una visión más clara de lo que se encuentra debajo de la superficie de la cuenca Aitken. Un equipo de investigadores de la escuela de Sídney, en colaboración con la NASA, ha utilizado algoritmos de aprendizaje automático para analizar datos recopilados por la sonda lunar Chang’e-4 de China. Estos datos incluyen imágenes de radar y mediciones de la gravedad de la cuenca, que han sido procesados por la IA para crear un mapa en 3D de la estructura subterránea.
Los resultados de este estudio han sido sorprendentes. La IA ha revelado que el mar de lava en la cuenca Aitken es mucho más grande de lo que se pensaba anteriormente, cubriendo un área de aproximadamente 1.500 kilómetros cuadrados. Además, se ha descubierto que esta antigua planicie de lava tiene una profundidad de inclusive 12 kilómetros, lo que la convierte en una de las estructuras más profundas de la Luna.
Pero lo más emocionante de todo es que la IA también ha revelado la presencia de una red de túneles subterráneos en la cuenca Aitken. Estos túneles, que se extienden por cientos de kilómetros, son el resultado de la actividad volcánica que tuvo lugar hace miles de millones de años. Se cree que estos túneles podrían ser una fuente de recursos valiosos para futuras misiones espaciales, ya que podrían proporcionar protección contra la radiación y las fluctuaciones extremas de temperatura en la superficie lunar.
Este descubrimiento es un gran avance en nuestra comprensión de la Luna y nos acerca un paso más a la posibilidad de establecer una presencia humana permanente en nuestro satélite natural. Además, demuestra el enorme potencial de la IA en la exploración espacial y cómo puede ayudarnos a descubrir nuevos secretos en lugares que antes eran inaccesibles.
Pero este no es el único avance que la IA ha logrado en la exploración lunar. En 2019, la sonda Chang’e-4 también descubrió una sustancia gelatinosa en la superficie de la Luna, que se cree que es un material volcánico antiguo. Y en 2020, la sonda Chang’e-5 recolectó muestras de rocas lunares y las trajo de vuelta a la Tierra, lo que nos permitirá estudiarlas en detalle y aprender más sobre la historia de nuestro vecino celestial.
Sin duda, la IA está desempeñando un papel crucial