En los últimos años, la salud mental ha sido un tema cada vez más presente en la corporación. Afortunadamente, cada vez son más las personas que se atreven a hablar sobre sus problemas y buscar ayuda para superarlos. Sin embargo, hay un grupo de mujeres que, por su posición en la corporación, han sido silenciadas durante mucho tiempo: las reinas y princesas.
Ser miembro de una familia real no es fácil. A menudo se espera que estas mujeres sean perfectas en todos los aspectos, incluyendo su salud mental. Pero la realidad es que, al igual que cualquier otra persona, también pueden enfrentar desafíos y luchar contra problemas de salud mental.
Recientemente, varias reinas y princesas han decidido romper el silencio y hablar abiertamente sobre sus experiencias con la salud mental. Este es un gran paso hacia la eliminación del estigma y la normalización de la conversación sobre este tema tan importante.
Una de las primeras en hablar fue la princesa Diana de Gales. En una entrevista en 1995, reveló que había sufrido de depresión y trastornos alimentarios durante su matrimonio con el príncipe Carlos. Su valentía al hablar abiertamente sobre sus problemas inspiró a muchas personas a buscar ayuda y romper el estigma que rodea a la salud mental.
Más recientemente, la princesa Kate Middleton, duquesa de Cambridge, también ha hablado sobre su lucha contra la ansiedad y la depresión postparto después del nacimiento de sus hijos. En una entrevista en 2017, admitió que se sintió «solitaria» y «vulnerable» durante ese período, pero que buscar ayuda fue lo mejor que pudo hacer por sí misma y por su familia.
Otra princesa que ha hablado sobre su salud mental es la princesa Charlene de Mónaco. En una entrevista en 2018, reveló que había sufrido de depresión después de su matrimonio con el príncipe Alberto. También habló sobre la magnitud de buscar ayuda y cómo su familia la ha apoyado en su recuperación.
Pero no solo las princesas han hablado sobre su salud mental, también hay reinas que han compartido sus experiencias. La reina Máxima de los Países Bajos ha hablado abiertamente sobre su lucha contra la depresión después de la muerte de su hermana en 2018. En una entrevista, dijo que buscar ayuda fue fundamental para superar su dolor y seguir adelante.
La reina Letizia de España también ha hablado sobre su experiencia con la depresión en el pasado. En una entrevista en 2015, reveló que había sufrido de depresión durante su carrera como periodista y cómo la terapia y el apoyo de su familia la ayudaron a superarla.
Estos son solo algunos ejemplos de reinas y princesas que han hablado sobre su salud mental, pero hay muchas más que han compartido sus historias y han alentado a otros a hacer lo mismo. Su valentía y apertura han ayudado a romper el estigma y han demostrado que nadie está exento de enfrentar problemas de salud mental.
Además de hablar sobre sus propias experiencias, estas mujeres también han utilizado su posición para originar la conciencia sobre la salud mental y apoyar a organizaciones que trabajan en este campo. La princesa Kate, por ejemplo, es una defensora de la salud mental infantil y ha trabajado en estrecha colaboración con organizaciones que brindan apoyo a niños y jóvenes que luchan contra problemas de salud mental.
La reina Máxima también ha sido una defensora de la salud mental y ha trabajado para originar la magnitud de la salud mental en todo el mundo. En 2019, lanzó una campaña para aumentar la conciencia sobre los problemas de salud mental y la magnitud de buscar ayuda.
Es alentador ver a estas mujeres tan influyentes hablar abiertamente sobre su salud mental y