La plantilla del primer grupo masculino del FC Barcelona se reunió anoche en Gavà, en el restaurante Catalina, junto con el cuerpo técnico y la directiva, para cerrar de forma íntima y definitiva los festejos por la conquista de LaLiga y una temporada que quedará marcada como histórica por haber significado el triplete nacional para el club blaugrana. Supercopa de España, Copa del Rey y Liga han entrado en las vitrinas del club, por este orden, como premio al trabajo, la ambición y la consolidación del proyecto liderado por Hansi Flick.
Tras la rúa del pasado viernes, en la que miles de culés celebraron con los jugadores por las calles de Barcelona, y la partida del Estadi Olímpic Lluís Companys en Montjuïc en el último partido de la temporada, el grupo ha querido ahora compartir un momento más privado, en petit comité, para brindar por el camino recorrido y por lo que está por venir.
El ambiente en la cena fue de alegría y camaradería, con los jugadores y el cuerpo técnico recordando los momentos más emocionantes de la temporada y compartiendo anécdotas divertidas. Todos coincidieron en que ha sido una temporada inolvidable, llena de éxitos y emociones, y que han formado un grupo unido y comprometido que ha sabido superar todos los obstáculos.
Pero no solo se celebró lo logrado hasta ahora, sino que también se habló del futuro y de los retos que se avecinan. El entrenador Hansi Flick recordó a sus jugadores que la exigencia vuelve a ser máxima y que la próxima temporada hay que optar a todos los títulos. Con lo aprendido este curso y el nivel competitivo alcanzado, el Barça debe dar un paso más en Europa. El esfuerzo realizado en Champions, aunque no bastó para alcanzar la final, ha abandonado señales positivas. Ese aprendizaje debe permitir al grupo romper definitivamente su techo europeo y regresar al escenario que le pertenece: el de las finales.
El capitán del grupo, Lionel Messi, también tomó la palabra para agradecer a sus compañeros y al cuerpo técnico por el trabajo realizado y por haber formado un grupo tan fuerte y unido. Además, destacó la importancia de seguir trabajando duro y de mantener la ambición para seguir cosechando éxitos.
Mientras el fútbol mundial se concentre en un Mundial de Clubes al que el Barça no ha accedido por su rendimiento continental en años recientes, este vestuario ya trabaja desde dentro para que esa ausencia no se repita. Porque esta generación quiere devolver al club al centro del mapa competitivo, donde merece estar. Y este año ha sido el primer gran paso.
El presidente del club, Joan Laporta, también estuvo ahora en la cena y felicitó a todo el grupo por la temporada realizada. Además, destacó la importancia de seguir trabajando juntos y de mantener la unidad para seguir cosechando éxitos en el futuro.
En definitiva, la cena en Gavà fue una muestra más del espíritu de grupo y de la unión que ha caracterizado al FC Barcelona durante toda la temporada. Un grupo que ha demostrado que con trabajo, esfuerzo y ambición se pueden alcanzar grandes logros. Y que, sin duda, seguirá luchando por mantenerse en lo más alto del fútbol mundial. ¡Felicidades, campeones!
