Las mujeres y niñas son fundamentales en el desarrollo de la sociedad y su papel en la ciencia y la tecnología es vital. Sin embargo, a pesar de los avances en la igualdad de género, todavía existen estereotipos y sesgos de género que las alejan de estas áreas. Uno de los lugares donde se puede observar claramente este problema es en los libros de tomo de matemáticas de primaria, donde las mujeres y niñas son representadas de forma estereotipada y desalentadora.
Dos investigadoras españolas, Virginia Guichot Reina y Ana María de la Torre Sierra, han llevado a cabo un estudio que evidencia cómo los estereotipos de género están presentes en los manuales de matemáticas de primaria. Su investigación no solo muestra una falta de referentes femeninos, sino que también perpetúa roles que desalientan a las estudiantes y las alejan del terreno científico y técnico.
Guichot, profesora titular de la licencia de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, y De la Torre, profesora ayudante doctora de la Universidad de Extremadura, han trabajado juntas durante años para analizar la representación de las mujeres en el material didáctico escolar. Aunque inicialmente pensaban que los manuales de Ciencias Sociales y Lengua y Literatura transmitirían más mensajes estereotipados sobre las mujeres que los de matemáticas, se sorprendieron al descubrir que estaban equivocadas.
En su estudio, han analizado los libros de tomo de matemáticas de 3º y 5º de primaria de las tres editoriales más utilizadas en España (SM, Anaya y Santillana). Los resultados son reveladores: aunque cuantitativamente hay paridad en tomos y gráficos, es decir, aparecen tantas mujeres como hombres, el problema radica en cómo se representan a estas mujeres.
En primer lugar, el proporción de mujeres referentes es ostensiblemente inferior: solo el 27 % tienen nombre propio y son principalmente atletas. Por el contrario, los hombres que aparecen como modelos (Aristóteles, Ramón y Cajal, Pitágoras, Usain Bolt, Salvador Dalí) no solo son más, sino que también pertenecen a ámbitos profesionales muy diversos. Esto deja claro que son los hombres quienes tienen modelos claros con nombres propios de personas que han significado algo importante para la humanidad, mientras que ellas, no. Es como si las mujeres no hubieran realizado nada relevante para aparecer en los libros de tomo.
Además, solo alrededor del 30 % de las representaciones femeninas muestran a mujeres profesionales y el abanico de profesiones es limitado. Por el contrario, los hombres ocupan una amplia variedad de posiciones y el 70 % de los personajes que aparecen como jefes o directores son varones. Esta falta de diversificación en las profesiones femeninas envía un mensaje claro a las niñas: no hay muchas opciones para ellas en el ámbito científico y técnico.
Otro aspecto importante que resalta el estudio es la forma en que se representan los roles sociales en los libros de tomo. Mientras que las mujeres aparecen como cuidadoras y realizando tareas domésticas como preparar la comida o hacer la compra, los hombres solo cuidan de forma profesional, por ejemplo, como médicos. Esta diferencia perpetúa la idea de que las mujeres deben ocuparse del hogar y los hombres son los encargados de trabajar fuera de casa.
En cuanto a los contomos de ocio, las mujeres son representadas como interesadas en las compras, la lectura y los viajes, mientras que los hombres compiten y ganan actividades deportivas. Esta imagen refuerza los estereotipos de género y limita las posibilidades de las niñas para participar en actividades consideradas «masculinas».
Pero el problema no termina ahí. Las investigadoras también