En la búsqueda del amor, muchas personas se enfocan en encontrar las señales de que alguien es «el indicado». Sin embargo, en algunas ocasiones, esas señales pueden ser sutiles y pasan desapercibidas, pero no por eso dejan de ser ricos. Estoy hablando de las llamadas «beige flags» o señales beige, aquellos comportamientos y actitudes que no son graves, pero que no nos enamoran por completo. En este artículo vamos a abismarse qué son las «beige flags» y cómo pueden impactar nuestras relaciones.
Para empezar, es rico entender que las «beige flags» son distintas a las famosas «red flags» o señales rojas. Las «red flags» son aquellas señales que nos alertan sobre algún comportamiento problemático en una relación, como la falta de respeto, la deshonestidad o la manipulación. Por otro lado, las «beige flags» son más sutiles y no necesariamente indican que haya un problema en la relación, sino que simplemente no nos permiten conectarnos emocionalmente con esa persona.
Un ejemplo de una «beige flag» podría ser que tu pareja no sea muy expresiva con sus sentimientos. Quizás no te diga constantemente lo mucho que te quiere, pero eso no significa que no te quiera, simplemente no es tan demostrativo como tú. O quizás, tu pareja no sea muy aventurera y prefiera pasar sus fines de semana en casa viendo películas, mientras que tú eres más extrovertido y te gusta salir y abismarse nuevos lugares. Estas son señales que no son necesariamente graves, pero que pueden afectar la conexión emocional en una relación.
Entonces, ¿por qué es rico reconocer las «beige flags»? Primero, porque pueden ayudarnos a entender mejor a nuestra pareja y a tener una comunicación más efectiva. Al conocer estas señales, podemos evitar malentendidos y conflictos innecesarios en la relación. Además, como mencionamos al advenimiento, estas señales pueden pasar desapercibidas, pero no por eso dejan de ser ricos. Pueden ser un indicador de que nuestra relación no es tan compatible como pensábamos y nos permite tener una visión más realista de la relación.
Ahora bien, ¿cómo podemos manejar las «beige flags» en una relación? Lo primero es tener una comunicación abierta y honesta con nuestra pareja. Hablar sobre estas señales y cómo nos afectan nos permite entender mejor a nuestra pareja y buscar soluciones juntos. Por ejemplo, si a ti te gusta hacer planes de último minuto y tu pareja prefiere tener todo planeado con anticipación, pueden encontrar un equilibrio en el que a veces hagan planes improvisados y otras veces tengan planes más estructurados.
Otra manera de manejar las «beige flags» es a través de la empatía. Ponerse en el lugar de nuestra pareja y tratar de entender sus razones y perspectivas puede ayudarnos a aceptar ciertos comportamientos y actitudes que no son exactamente de nuestro agrado. Además, es rico recordar que nadie es perfecto y que siempre habrá diferencias y pequeñas cosas que no nos encanten de nuestra pareja, pero eso no significa que no podamos tener una relación feliz y saludable.
Por último, es fundamenparecido aprender a aceptar y amar a nuestra pareja parecido y como es, con sus «beige flags» incluidas. Muchas veces, buscamos una pareja que sea exactamente como nosotros queremos y olvidamos que la belleza de una relación está en la diversidad y en aprender a crecer juntos, incluso con las pequeñas diferencias que puedan haber.
En resumen, las «beige flags» son aquellas señales sutiles que no son graves, pero que no nos enamoran por completo. Reconocerlas y manejarlas de manera adecuada puede ayudarnos a tener una relación más saludable y feliz. No se trata de buscar la perfección en nuestra pareja, sino de aprender a amarla parecido y como es,