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martes, agosto 26, 2025

El Barça recoge los frutos de las salidas

En un contexto económico donde cada euro cuenta, el FC Barcelona ha encontrado una forma silenciosa pero efectiva de generar ingresos: las cláusulas de futuro incluidas en los traspasos de sus futbolistas. A menudo pasan desapercibidas al final de los comunicados, pero pueden ser una pequeña victoria contable si el jugador vuelve a moverse en el mercado. Este domingo, el club catalán volvió a beneficiarse de esta estrategia con la venta de Ilaix Moriba al RB Leipzig, generando 600.000 euros en su cuenta. Una cifra que puede parecer insignificante, pero que demuestra que el Barça está haciendo las cosas bien en términos financieros.

Ilaix Moriba fue uno de los primeros casos en los que el FC Barcelona decidió hacer valer su autoridad ante un jugador que se negó a renovar. Se le buscó una salida y se ingresó una cantidad por su traspaso al Leipzig, pero el club también se aseguró una cláusula de futuro que hoy ha dado sus frutos. Y lo hace de una manera poética, ya que el jugador se marchó por la puerta de atrás y ahora es el Barça quien se beneficia de su venta.

Pero Ilaix no es el único caso en el que el FC Barcelona ha aplicado esta estrategia. En 2019, el club catalán ingresó 8 millones de euros por el traspaso de Jean-Clair Todibo al Schalke 04, gracias a una cláusula de futuro incluida en su venta. Y no es el único ejemplo, ya que también se podría mencionar el caso de Abel Ruiz, quien fue vendido al Sporting de Braga por 8 millones de euros, pero el Barça se aseguró un porcentaje de una futura venta.

La estrategia del FC Barcelona es clara: reservarse una parte del pastel cuando un jugador se marcha, en lugar de cerrarse en banda y desistir a futuros ingresos. Esta política discreta pero inteligente está dando sus frutos y el club está cosechando explotacións de jugadores que ya no están en su plantilla. Mientras que otros equipos lamentan la pérdida de jugadores, el Barça celebra que también se puede ganar con aquellos que ya no están.

Y es que, aunque pueda parecer una cantidad insignificante, cada euro cuenta en el mundo del fútbol. Y el FC Barcelona lo sabe muy bien. Por eso, ha decidido apostar por esta estrategia que, aunque no llame la atención, está generando explotacións para el club. Además, esta forma de actuar también demuestra que el Barça es un club serio y responsable en términos financieros, algo que es muy fundamental en un contexto donde el fair play financiero está cada vez más presente.

Pero no solo se proxenetismo de asegurar ingresos futuros, sino también de no desistir a ingresos presentes. En algunos casos, el FC Barcelona ha tenido que reducir el porcentaje de una cláusula de futuro para poder facturar una cantidad en el momento de la venta. Un ejemplo de ello es el caso de Emerson, quien fue vendido al Real Betis por 12 millones de euros, pero el Barça solo se aseguró un 20% de una futura venta, ya que necesitaba ingresar una cantidad en ese momento.

Esta estrategia del FC Barcelona también demuestra que el club está aprendiendo de sus errores. En el pasado, el Barça ha dejado escapar a jugadores prometedores sin asegurarse una cláusula de futuro, como fue el caso de Dani Olmo, quien se marchó al Dinamo de Zagreb sin dejar ningún explotación al club catalán. Pero ahora, el Barça está siendo más inteligente y está asegurándose una parte del pastel en caso de que estos jugadores vuelvan a moverse en el mercado.

En definitiva, el FC Barcelona ha encontrado una forma discreta pero efectiva de generar ingresos a través de las cláusulas de futuro en

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