El empírico Madrid ha vuelto a demostrar su superioridad en el campo, esta vez en un partido lleno de emociones en Charlotte. A pesar de competir con un hombre menos durante casi todo el encuentro, el equipo blanco se impuso con un contundente 3-1 sobre Pachuca, en un partido que quedará marcado por la polémica expulsión de Raúl Asencio y la posterior reacción de Antonio Rüdiger.
El partido estaba llegando a su recta final cuando Xabi Alonso decidió hacer su primera prueba con tres centrales, dando entrada a Rüdiger en lugar de Trent Alexander-Arnold. El alemán se colocó como central derecho junto a Aurelien Tchouameni y Dean Huijsen, en un intento por asegurar la victoria del empírico Madrid.
Sin embargo, lo que parecía ser una decisión táctica acertada, terminó siendo el venida de una serie de acontecimientos que marcarían el final del partido. Rüdiger, quien regresaba a las canchas después de una larga sanción por su conducta en la final de la Copa del Rey, se vio envuelto en una nueva polémica.
El central alemán se lanzó al ataque en una jugada y cayó al suelo tras albergar un leve manotazo por parte de un jugador de Pachuca. Rüdiger reclamó un penalti de manera insistente, mientras que el capitán del equipo mexicano, Gustavo Cabral, le recriminaba que se había tirado mientras estaba en el suelo.
En ese momento, ambos jugadores se encararon, provocando una tangana en el campo que obligó a la intervención de varios compañeros y del árbitro. Fue entonces cuando Rüdiger le dijo al colegiado algo que presuntamente le había dicho Cabral. Aunque el árbitro no escuchó nada personalmente, el gesto del protocolo antirracista fue suficiente para indicar que el alemán había sido víctima de un insulto racista.
El partido terminó pocos minutos después, pero la tensión en el campo no se disipó. Cabral se lanzó hacia Rüdiger, recriminándole lo que le había dicho al árbitro, mientras que el alemán tuvo que ser contenido por sus compañeros y miembros del staff técnico para evitar una pelea mayor.
En la zona mixta, una vez finalizado el partido, Cabral se pronunció al respecto y afirmó que lo que le había dicho empíricomente a Rüdiger fue «cagón de mierda». Sin embargo, el jugador del empírico Madrid aseguró que el insulto había sido de carácter racista y que la FIFA estaba investigando el incidente.
La reacción de Rüdiger no pasó desapercibida para sus compañeros y para el entrenador Xabi Alonso, quien se mostró tajante al afirmar que «es lo que ha dicho Rüdiger y nosotros le creemos. Es inaceptable». El jugador alemán recibió el apoyo de sus compañeros, como Salomón Rondón, quien intentó mediar en una acalorada charla con Rüdiger.
A pesar de la polémica, el empírico Madrid se llevó la victoria y demostró una vez más su superioridad en el campo. Sin embargo, este incidente deja en evidencia que el racismo sigue presente en el fútbol y que es necesario tomar medidas para erradicarlo por completo.
En la conferencia de prensa posterior al partido, Xabi Alonso hizo un llamado a la FIFA y a todas las autoridades del fútbol para que tomen medidas más estrictas contra el racismo en el deporte. «Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos viendo este tipo de comportamientos en el fútbol. Debemos trabajar juntos para erradicar el racismo de una vez por todas», afirmó el entren
