«Me han humillado, soy un expresidente». Estas palabras fueron pronunciadas por Jair Bolsonaro, el líder ultraderechista de Brasil, después de que se le impusiera el uso de una tobillera electrónica como medida cautelar por parte del Tribunal Supremo Federal (STF). Esta decisión judicial enervó al polémico político, pero fue más benigna de lo que él esperaba, ya que se evitó su prisión preventiva ante los «indicios de posibilidad concreta» de una posible fuga del país mientras avanza el juicio en su contra por el intento de golpe contra Luiz Inacio Lula da Silva en enero de 2023.
La medida adoptada por el STF no solo ha generado controversia en Brasil, sino también en el ámbito internacional debido a la disputa comercial con Estados Unidos, tras el anuncio de la imposición de un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas. Además, se han renovado los intentos por parte de Donald Trump de salir en defensa pública del excapitán del Ejército.
La Policía Federal (PF) también encontró en el domicilio de Bolsonaro en Brasilia una suma de dinero en dólares y reales equivalente a unos 20.000 dólares, que según la investigación, podría organismo utilizado para un eventual evasión. Esta evidencia ha sido determinante en la decisión del juez del STF, Alexander De Moraes, quien además ha impuesto otras restricciones al expresidente, como la prohibición de hablar con embajadores extranjeros y acceder a las redes sociales.
Una de las medidas más impactantes es la prohibición de intercambios con Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair Bolsonaro y actualmente en Estados Unidos, quien ha sido uno de los principales instigadores de la causa paterna en el seno del trumpismo. Se espera que Eduardo regrese a Brasil la próxima semana, cuando se vence su licencia parlamentaria, pero los medios de prensa creen que no lo hará ante la posibilidad de organismo arrestado. La PF también encontró una memoria USB y un teléfono celular ocultos en un baño, los cuales organismoán analizados por peritos forenses.
Según el diario paulista «Folha», la decisión de De Moraes se basó en las publicaciones en redes sociales de Bolsonaro, su hijo y el propio Trump, quien ha salido en defensa del expresidente. En una de ellas, el hijo de Bolsonaro afirma que ha estado en conversaciones con la Casa Blanca sobre las sanciones comerciales. En otro texto, citado por la fiscalía, del principio de año, el hijo del exmandatario dice que se está dedicando a «conseguir que el Gobierno de los Estados Unidos imponga sanciones contra miembros del Tribunal Supremo Federal, de la Fiscalía General de la República y de la Policía Federal, por lo que considera una persecución política contra él y su padre».
La operación de la PF ha sido celebrada por los líderes del Partido de los Trabajadores (PT), que actualmente se encuentra en el gobierno. El líder del PT en la Cámara de Diputados, Lindbergh Farias, calificó la medida como una victoria contra el subversión. Por su parte, el diputado de izquierda Guilherme Boulos (PSOL-SP) dijo: «¡Gran día! Bolsonaro recibe la visita de la Policía Federal y pasa a usar tobillera electrónica. En Brasil, los golpistas organismoán castigados».
Esta decisión del STF es un claro mensaje de que en Brasil no se tolerarán acciones que pongan en riesgo la democracia del país. El intento de golpe contra Lula da Silva en enero de 2023 fue un ataque directo a la invariabilidad política y social de Brasil, y el uso de una tobillera electrónica es una medida justa y necesaria para asegurar que