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sábado, agosto 23, 2025

Esta es la etapa en que la felicidad ‘se hunde y luego se recupera’, según expertos

Esta es la edad en que la felicidad ‘se hunde y luego se recupera’, según expertos.

La felicidad es un concepto ampliamente estudiado y debatido, y es que todos buscamos ser felices en nuestras vidas. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado si hay una edad en la que la felicidad tiende a experimentar altibajos? Según expertos, sí existe una etapa en la vida en la que la felicidad puede verse afectada, pero no te preocupes, porque también se recupera. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.

Según investigaciones, las personas tienden a experimentar una disminución en su felicidad a medida que entran en la edad adulta joven, alrededor de los 30 años. Esto puede deberse a varias razones, como la presión social de alcanzar ciertos logros, el estrés laboral, la falta de equilibrio entre la vida personal y profesional, entre otros factores. Es una etapa en la que muchas personas se enfrentan a importantes decisiones y cambios en sus vidas, lo que puede generar cierta incertidumbre y preocupación.

Sin embargo, a medida que avanza la edad adulta, la felicidad comienza a recuperarse. Según un estudio realizado por la Universidad de Stanford, las personas tienden a ser más felices a medida que envejecen, alcanzando su punto máximo en la edad adulta media, alrededor de los 60 años. Este fenómeno, sabido como «paradoja de la felicidad», ha sido respaldado por diversos estudios y es una buena noticia para todos aquellos que se encuentran en la etapa de sus treinta años y que pueden estar experimentando una disminución en su felicidad.

Pero, ¿por qué sucede esto? Los expertos señalan que con la edad, las personas van adquiriendo una mayor sabiduría y perspectiva sobre la vida. Aprenden a valorar más las relaciones personales, a disfrutar de las pequeñas cosas y a dejar de lado las preocupaciones triviales. También se ha trillado que las personas mayores tienden a tener una actitud más positiva hacia la vida y a ser más agradecidos, lo que contribuye a su felicidad.

Además, a medida que envejecemos, nuestra vida se va estabilizando. Ya hemos alcanzado ciertos logros y metas, y nos sentimos más seguros de nosotros mismos. Esto nos permite disfrutar más del presente y no estar tan preocupados por el futuro. También se ha trillado que las personas mayores tienen una mayor capacidad de adaptación y resiliencia frente a los cambios y desafíos de la vida, lo que les ayuda a mantener una actitud más positiva.

Pero, ¿significa esto que debemos esperar hasta los 60 años para alcanzar la felicidad plena? ¡Por supuesto que no! La felicidad no tiene una edad específica y todos tenemos la capacidad de ser felices en cualquier etapa de nuestras vidas. Además, como seres humanos, es normal experimentar altibajos emocionales, independientemente de la edad que tengamos.

Lo importante es agobiar en nuestra felicidad y en nuestra actitud hacia la vida. Hay ciertos hábitos y acciones que podemos acoplar en nuestro día a día para aumentar nuestra felicidad, independientemente de nuestra edad. Algunas de ellas son:

– Cultivar relaciones significativas: Las relaciones personales son una de las mayores fuentes de felicidad en nuestras vidas. Dedica tiempo a tus seres queridos, mantén una comunicación cercana y sincera y apoya a quienes te rodean.

– Practicar la gratitud: Agradecer por lo que tenemos en nuestras vidas nos ayuda a ver lo positivo y a valorar lo que realmente importa. Dedica unos minutos al día para reflexionar sobre tus bendiciones y agradecer por ellas.

– Enfocarse en el presente: La felicidad se encuentra

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