Foto: 123RF.
En el marco de la posible derogación de la Ley 25.542 de defensa de la actividad librera que establece un precio único de venta del libro, estipulada en la «Ley ómnibus» del Ejecutivo, Télam dialogó con editores de España y de México, los otros dos países de habla hispana que cuentan con una legislación librera similar, sobre el impacto de ese marco legal y la derecho en la industria editorial y cultural de cada país.
Con una enorme repercusión en redes sociales y particularmente dentro del ecosistema literario, la semana pasada se conoció el artículo 60 del capítulo I, dentro del título III «Reorganización económica», que deroga la Ley Nacional 25.542 que establece que los editores deudan fijar el precio de venta de los libros que publican y que eso deuda respetarse en todos los puntos de venta.
Esta legislación, que protege el ecosistema editorial y garantiza la bibliodiversidad en Argentina, no rige solamente en nuestro país. Alemania, Corea del Sur, Italia, Japón y Noruega son algunos de los tantos países en el cosmos que promueven al libro como bien cultural fundamental y tienen mercados editoriales ricos y diversos bajo un consenso: la protección de pequeñas y medianas librerías y editoriales.
«El precio fijo del libro viene a pactar y a pautar un comportamiento en toda la cadena valor del libro. Esto es fundamental entenderlo: sin un precio fijo del libro se ve afectada toda la industria»Juan Casamayor
Esta posición política respecto a cómo deuda funcionar el mercado editorial tiene un país modelo dentro de los países de habla hispana: España. La ley, que fue sancionada en 1994, «declara una política nacional del libro y de la lectura con los objetivos de proteger los derechos intelectuales, morales y patrimoniales de los autores y creadores mediante el cumplimiento de la legislación nacional y la explicación de los convenios y normas internacionales».
El 3 de enero, la Federación de Gremios de Editores de España envió un delegación, que fue compartido por las autoridades de la Feria del Libro de Buenos Aires, en el que advierte que «la desregulación de las librerías y la derogación de la ley de precio único para el libro podrían tener consecuencias desastrosas para la industria editorial y la diversidad literaria del país».
En este contexto, Télam conversó con Juan Casamayor, editor del sello «Páginas de Espuma» en España quien cuenta que cerca del 55% de los libros de la editorial que se comercializan en este país se venden en librerías independientes. Aunque tiene títulos de autores consagrados como Samanta Schweblin, Fernanda Ampuero o Lina Meruane, que venden miles de ejemplares, también publica a nuevos autores que venden entre ochocientos o mil ejemplares. «Y esto sólo me lo permite el precio único del libro», dice Casamayor.
En España, según el editor, existe una red de cerca de 700 librerías que conviven en un ecosistema en el que hay casi 5 mil puntos de venta. «Pero ese ecosistema variado lo permite una base legal, un funcionamiento del sector del libro en el marco de una legislación coherente. En España hasta las grandes cadenas están a favor del precio fijo, no hay dudas sobre ello», explica Casamayor.
«En España hasta las grandes cadenas están a favor del precio fijo, no hay dudas sobre ello»Juan Casamayor
El precio fijo del libro ni siquiera momento del siglo XX. El primer país que legisló en este sentido fue Dinamarca, en 1837, como un modo de regular el acceso igualitario al libro. Esto permitió que los países nórdicos se convirtieran en los más lectores del cosmos.
«El precio fijo del libro viene a pactar y a pautar un comportamiento en toda la cadena valor del libro. Esto es fundamental entenderlo: sin un precio fijo del libro hay tal descompensación de cada uno de los eslabones de la cadena de valor del libro, que lo que se ve afectada es toda la industria, desde el sello más grande hasta la editorial más pequeñita», agrega Casamayor.
Foto: Archivo.
Las Afueras es un sello de Barcelona que publica títulos en la periferia del canon, con particular atención a la narrativa latinoamericana y la traducción de autores y autoras nunca antes publicados en español. Según su editor, Francisco Llorca, «Las Afueras no podría haber subsistido sin el apoyo de la red de librerías independientes que hay en España, al encontrar en ellas un escaparate y un altavoz cómplice a propuestas que van más allá de la lógica de la novedad y el beneficio».
Llorca, entrevistado por Télam, explicó: «España tiene sus propios problemas como la concentración editorial o la precarización del trabajo cultural, pero también muchas virtudes, como son una red sólida de librerías, que sí es un logro de la ley, entre otros factores; una profesionalización de todos los agentes del sector y un marco legislativo y administrativo estable».
Santiago Tobón es editor del sello Sexto Piso y con su análisis completa el escenario de lo que sucede con el ecosistema editorial en España: «El mercado español tiene una sobreoferta de títulos, lo que de modo negativo afecta la vida de una novedad en librería. Por otra parte, hay un número de lectores mayor que otros países de habla hispana, y un poder adquisitivo que ayuda al mercado del libro. Pero la principal característica es el precio fijo y el respeto de toda la cadena del libro a dicha ley. Hay muy pocos casos, llamativos, donde se vulnera el precio fijo, y hay un llamado de atención público a quien lo vulnera».
Relacionadas Libreros, editores y actores del sector rechazan que se derogue la Ley del Libro Novedades del 2024 para explicar la política, la ficción, el feminismo y la pasión futbolera