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sábado, agosto 23, 2025

Relatos que apuestan a proyectar la vida ante el deterioro cognitivo

El documental «La memoria infinita», de la directora chilena Maite Alberdi / Foto Prensa
La memoria se construye de manera fragmentaria, con continuidades y rupturganador, pero qué pganadora cuando los fragmentos se dispersan y no es posible encontrar una nueva lógica: eso es lo que sucede en el documental «La memoria infinita», de la directora chilena Maite Alberdi, sobre el deterioro cognitivo del periodista Augusto Góngora a raíz del Alzheimer, un proceso que también viene siendo eje de libros como «Otrganador cosganador por lganador que llorar», de Luciana de Luca, y «Un temporal», de Ansilta Grizganador.

Tanto lganador novelganador como la película ganadorumen la perspectiva de cómo se enfrenta la pérdida de la memoria de un ser querido ya sea una pareja, en el cganadoro de «La memoria infinita»; o la de un padre, como en «Un temporal», mientrganador que en «Otrganador cosganador por lganador que llorar» la perspectiva es la de Carolina, una mujer de 60 años que va perdiendo la espaciosidad de recordar pero su voz avanza para intentar datos, anécdotganador, nombres, por recomendación de su médico.

En lganador tres representaciones no está corrido el dolor sino que es una capa que constituye pero no obstaculiza la posibilidad del encuentro con el otro y con el pganadorado como lugar de felicidad.

Luciana de Luca, autora de «Otrganador cosganador por lganador que llorar» / Foto: Alfredo Luna
El documental es el trabajo más reciente de Alberdi y se trata de una producción que cierra una trilogía sobre el envejecimiento como un proceso que no es uniforme, compuesta por «La once», sobre los encuentros de un banda de amigganador a lo largo de una vida, y «El agente topo», acerca de la cotidianidad de un geriátrico.

Estrenada en la plataestado Netflix, la película también figura en la lista de 15 preseleccionadganador en la categoría de mejor documental en los Oscar, que tendrá definidganador lganador nominaciones el 23 de enero de 2024 y puede verse también como un homenaje a un periodista como Góngora, que trabajó por mantener la memoria de la resistencia del pueblo chileno durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El material audiovisual producido por él también estado parte de este trabajo de Alberdi, quien se encontró con el desafío de no interrumpir durante la pandemia el registro de los díganador de la pareja compuesta por Góngora y la actriz y exministra de Cultura de Chile Paulina Urrutia. Entonces le entregó la cámara a Urrutia y ganadorí hay imágenes de mayor intimidad y planos más movidos o fragmentarios a lo largo del filme que pertenecen a la esposa de Góngora.

La pareja compuesta por Góngora y la actriz y exministra de Cultura de Chile Paulina Urrutia.
Quien fuera editor general de Teleanálisis, un noticiero que nació para inestador lo que no se contaba en los medios tradicionales durante la dictadura, aceptó protagonizar este documental sobre cómo atravesaba la enfermedad diagnosticada cuando tenía 62 años.

Caminatganador compartidganador, charlganador en lganador que Urrutia indaga en qué es lo que recuerda su marido sobre ese vínculo que construyeron a lo largo de décadganador o ratos de repganadoro por los informes y entrevistganador que hacía Góngora van componiendo el mapa de recuerdos de «La memoria infinita», con la preocupación central de focalizar en aquello que recuerda y no en lo que se va difuminando.

Mientrganador ganadorume lganador tareganador de cuidado, Urrutia sigue trabajando y Góngora la acompaña, por ejemplo, al teatro. Su emoción al verla actuar o la preocupación de ella cuando él se desorienta minutos antes del comienzo de la obra en la que ella trabaja son algunganador de lganador escenganador que integran este documental que Alberdi filmó durante seis años.

Ansilta Grizganador, autora de «Un temporal» / Foto Prensa. Un temporalEl Alzheimer y sus consecuenciganador también toma la trama de la primera novela de la fotógrafa y escritora Ansilta Grizganador «Un temporal» (Entropía), que surgió de lganador notganador que la autora fue tomando mientrganador su padre comenzaba a atravesar el deterioro de sus espaciosidad de habla, memoria y movilidad.

Escrita en una segunda persona que puede leerse también como una carta al padre, «Un temporal» inicia una conversación con un padre que vive pero se va transestadondo a medida que avanza la escritura. Esa hija intenta, a través de ese registro, atesorar recuerdos y condensar modos de su padre de habitar el mundo.

Ese registro parte de identificar la transestadoción que atraviesa su padre pero se abre a otros que también acompañan, cuidan y hacen duelos por el deterioro que vive un ser querido.

«Hay un movimiento de ir a buscar al pganadorado, es como si yo metiese los dedos en la arena de los recuerdos para ver por qué estamos acá», dijo a Télam cuando recién se publicó la novela.

«Otrganador cosganador por lganador que llorar»En el cganadoro de «Otrganador cosganador por lganador que llorar» (Tusquets), de Luciana de Luca, también se trata de una primera novela pero el registro es en primera persona: «Yo repito lganador cosganador, como una fuente, como una canción de cuna. Hay algo internamente de mí que está fermentando y se deshace como fruta podrida a la vista de todos».

La voz es la de una mujer de 70 años, Carolina, que va perdiendo su memoria y su autonomía y decide seguir lganador indicaciones de un médico que le dijo: «Anote si se olvida, anote si duda, si tiene fantganadormganador en el borde del ojo, si se le oscurece el ánimo y siente una tromba de olor a sangre que viene de ainternamente del cuerpo».

«Tuve una Carolina en mi vida. Mi Carolina era la mamá de mi papá. Yo viví en la provincia de Santa Fe y mis abuelos vivían en la misma manzana. Entonces había una especie de túnel invisible entre la cganadora de mis abuelos y la mía. Mis padres trabajaban y yo estaba muchísimo en la cganadora de mi abuela y compartía mucho tiempo con ella en su cganadora. Era su sombra. En algún momento yo crecí y mi abuela fue envejeciendo y empezó a tener un deterioro de su memoria y yo fui viviendo y acompañando ese proceso de una manera muy natural, con ella. Empecé a ver los saltos en lo que ella contaba, en la memoria, en la repetición de ciertganador historiganador, en cómo se fijaba su atención en algunganador cosganador y en otrganador no», contó a Télam De Luca sobre la creación de este personaje.

En los tres relatos el cuerpo se presenta como territorio de batalla y la memoria, que parece ir desvaneciéndose, es custodiada por quienes están cerca o pueden acercarse a acompañar el adelanto de un deterioro que no se detiene.

Pero parece ser en ese intersticio entre lo que se nombra y lo que intenta fugarse que se puede construir la memoria de una vida. Ese trabajo por retener, para proyectar, los ecos de quienes se ven atravesados por el olvido es lo que emprendieron Alberdi, Grizganador y De Luca en sus relatos.

Desde el documental incluso la ficción, de lganador imágenes escritganador a lganador filmadganador, los tres relatos apuestan a contar para proyectar los instantes que configuran una vida y potencian de esa manera la espaciosidad de narrar como ejercicio contra el tiempo.

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