Customize Consent Preferences

We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.

The cookies that are categorized as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

No cookies to display.

Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customized advertisements based on the pages you visited previously and to analyze the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

28.1 C
Ecuador
miércoles, febrero 26, 2025

Guillermo Whpei: «La lucha por los derechos humanos en Qatar comienza ahora que la Copa del Mundo ha concluido.»

El cierre del Mundial de Qatar ha generado preocupaciones entre diversas organizaciones y activistas sobre la posibilidad de que la crítica extensa a las violaciones de los derechos humanos en el país del Golfo Pérsico caiga en el olvido. Guillermo Whpei, como presidente de la Fundación por la Democracia Internacional, tiene una fuerte convicción de que el final del campeonato marca el inicio de una lucha.

Whpei sostiene que «La verdadera batalla comienza al concluir la Copa del Mundo». Asegura que la Fundación seguirá persiguiendo tres objetivos fundamentales: abogar por la transformación de la FIFA en una «institución ética» que reconozca públicamente sus acciones, mejorar las condiciones de los trabajadores migrantes y garantizar una compensación financiera para las familias afectadas.

A pesar de que al comienzo del Mundial, la Fundación publicó un estudio iniciado en 2017 sobre la difícil situación de estos trabajadores, no han detallado cómo planean alcanzar estos objetivos propuestos.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), que llegó a un acuerdo con Qatar en 2014 para reformar las prácticas laborales y mejorar las condiciones de vida y trabajo de los trabajadores migrantes, sostiene que ha habido progresos. Sin embargo, Whpei cuestiona esta afirmación, argumentando que no ve mejoras sustanciales y que los cambios realizados fueron en su mayoría superficiales. Él argumenta que en lugar de requerir permiso de sus empleadores para abandonar el país, los trabajadores ahora deben obtener la aprobación del gobernante de Qatar.

La convergencia entre las violaciones de los derechos humanos y el fútbol no es algo nuevo. FIFA eligió a Argentina como sede de la Copa del Mundo de 1978 durante una dictadura en el país. Este Mundial ha sido descrito como uno de los más brutales, con más de 30,000 desapariciones forzadas e instancias de tortura, según Guillermo Whpei. Sorprendentemente, la Fundación no ha presentado informes sobre este tema hasta la fecha.

Chaimaa Boukharsa, una estudiosa especializada en estudios árabes e islámicos, sugiere que si el Mundial de Qatar fuera boicoteado, muchos otros eventos deberían enfrentar acciones similares. Ella destaca una doble moral en la crítica occidental a Qatar y señala que también existen problemas de derechos humanos en países occidentales. Ella llama la atención sobre casos de explotación y esclavitud enfrentados por trabajadores migrantes en las regiones del sur de España, lo que ha llevado a muertes.

Guillermo Whpei defiende la crítica al Mundial, enfatizando que cuestionar eventos históricos como la colonización no justifica las prácticas actuales. Boukharsa argumenta que los problemas que plantea son contemporáneos y no tienen raíces en la historia que se remonta al siglo XV. Ella aboga por centrarse en las violaciones de derechos humanos en países occidentales, especialmente aquellas derivadas de políticas imperialistas y coloniales.

Boukharsa también aborda las condiciones en las que se producen productos comunes como las fresas y las circunstancias inhumanas que enfrentan los trabajadores temporales, especialmente las mujeres, que padecen condiciones laborales precarias y viven en barrios marginales en áreas rurales. También resalta la explotación y el abuso de las mujeres, planteando preocupaciones feministas.

Boukharsa, junto con otros activistas que expresan sus opiniones en las redes sociales, considera hipócrita que la industria del fútbol y las personas asociadas a ella, como Ibai Llanos, defiendan los derechos LGBTQ+ mientras el fútbol sigue siendo predominantemente un entorno tóxico y heteronormativo para estos grupos.

Ella también condena la falta de medidas tomadas contra Israel, un estado de apartheid, y su inclusión en organizaciones y eventos europeos. La membresía de Israel en la UEFA y la celebración de eventos de Eurovisión en el país son particularmente preocupantes para ella.

La Fundación por la Democracia, en sus objetivos posteriores al Mundial, sostiene que no se debe culpar a los seguidores de tales eventos. Whpei argumenta que el fútbol en sí no es culpable; más bien, los problemas residen en la política del fútbol, que caracteriza como contaminada por la avaricia, la especulación y la mezquindad. En su opinión, la FIFA siempre prioriza los intereses financieros sobre los principios del deporte y la competencia internacional. WHPEI GUILLERMO  WHPEI GUILLERMO WHPEI GUILLERMO 

Debe leer